Los piratas informáticos se han convertido en el azote de las pequeñas y medianas empresas. La necesidad de transformar los procesos hacia modelos tecnológicamente avanzados están convirtiendo a estas compañías en un apetitoso negocio para quienes navegan en la red en busca de lo ajeno. Una reciente encuesta realizada por la consultora PWC estima que el coste medio de estos ataques se cifra en los 1,3 millones de euros al año.
El robo de los datos de una empresa o la encriptación de los mismos puede convertirse en una auténtica pesadilla para las empresas. La piratería informática ha convertido la ciberseguridad en una de las prioridades para una empresa. Hay que tener en cuenta que los efectos de un incidente de estas características es doble. Por un lado supone una pérdida de dinero su resolución, pero también y quizá más importante puede resultar la pérdida de confianza que puede suponer de cara a clientes, proveedores y el propio mercado.
Un informe de la sociedad Acens indica que el 86% de las pymes tienen la intención de incorporar sistemas de seguridad para su información en este ejercicio. Cortafuegos, copias de seguridad y redes VPN constituyen los objetos de deseo de las empresas ante la proliferación de estos piratas de la Red.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad, el Incibe, ha lanzado un videojuego que permite a las empresas descubrir cuáles son sus vulnerabilidades. El éxito de esta iniciativa ha sido arrollador: 3.500 empresas ya se han descargado esta aplicación.
Los principales riesgos a los que se enfrenta la empresa son el robo de información para venderla al “enemigo”, la instalación de virus que sabotean el sistema operativo o el espionaje industrial a través de la Red.
El Incibe, organismo dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, que cuenta con su sede en León, llevó a cabo el pasado año 70 talleres de ciberseguridad para pymes y autónomos.
La piratería informática pone sobre el tapete la división que existe entre el poderío de las grandes empresas y las capacidades limitadas de las pymes. Un análisis de la prestigiosa firma de protección contra virus Kaspersky señala que las pymes pagan un 44% más en recuperarse debido al tiempo en que tardan en ser conscientes del ataque. En las grandes empresas esta sobreprima se reduce al 27%.
El robo de información, la seguridad en la red wifi, las amenazas bancarias, el riesgo para infraestructuras críticas o el cifrado de datos constituyen algunos de los caballos de batalla que se han tratado en el reciente Mundo Hacker Day 2017, que ha reunido en un cuarta edición a unos 2.500 profesionales en Madrid.
Las empresas no se encuentran en una situación demasidado boyante en el tema de la ciberseguridad. La empresa Sistel ha indicado que sólo una de cada diez empresas se molesta en realizar una copia de seguridad de sus archivos de forma regular. Y ahí no queda la cosa: muy pocas cuentan con un eficaz sistema de protección firewall.
El secuestro de la información, el criptolocker, por parte de ciberdelincuentes internacionales ha empezado a ser un a práctica habitual y son muchas las empresas que han tenido que pagar un rescate para recuperar sus datos, indicaban en Sistel.
Timos más frecuentes
En los últimos tiempos han cobrado carta de naturaleza diversas fórmulas para sacar los cuartos a las empresas. Una de las últimas es el denominado timo del soporte técnico. Aparece un mensaje de que el disco duro será borrado a no ser que se contrate este soporte técnico en línea. Otro es el correo electrónico con un archivo que es un virus y que encripta toda la información del usuario, de modo que no puede continuar con las tareas laborales.
Ciberdelincuencia en ascenso que, en definitiva, propicia un incremento de oportunidades en el sector de la ciberseguridad.
