La Empresa Nacional de Innovación (Enisa) ha participado en la financiación de 1.665 empresas entre 2005 y 2012, 1.665 intervenciones que le supusieron una inversión de 396,3 millones de euros. Esta entidad, dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, supone un auténtico salvavidas para negocios que necesitan de recursos para seguir manteniéndose y creciendo en su actividad.
Los datos se han dado a conocer en el informe ‘Valoración del impacto económico y social de los préstamos de Enisa’, que apunta cómo las ventas en estas empresas ‘intervenidas’ crecieron una media de 814.000 euros por cada una. El margen bruto se fijó en 367.000 euros por enseña. Otro punto que ha crecido es el relativo a los activos inmateriales, que subieron en 335,5 millones de euros hasta 2014, un 57% más que antes de los préstamos. La cifra revela, como decimos, la importancia de una sociedad como Enisa que colabora por el mantenimiento del tejido empresarial en España.
El reporte, que se presenta en el Centro de Innovación BBVA el próximo miércoles, tiene un impacto directo y unos efectos indirectos con alto valor cualitativo. Es el caso de los puestos de trabajo que se crean a consecuencia de una mayor rentabilidad de la actividad, de una subida del volumen de negocio. Se contratan a más personas, en buena medida gente con alta cualificación técnica o científica.
La recuperación de las cantidades obtenidas a través de la Empresa Nacional de Innovación estaba ya materializada a mediados de 2016. Un 47% de los importes de los préstamos que se habían otorgado estaba ya recaudado una vez transcurrido el primer semestre del año.
El informe concluye que estos créditos participativos concedidos entre los años 2005 y 2012 “han contribuido a la generación de riqueza y empleo con un limitado coste”. La recuperación ha venido dada además por una subida de la recaudación fiscal por IVA e IRPF derivado de una mayor actividad de los negocios.