El apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas (pymes) ha dejado de ser una actividad sólo al alcance de las entidades bancarias. Una pléyade de pequeñas sociedades se disputan la cobertura monetaria de las necesidades de desarrollo de las pymes, en unas condiciones que no se encuentran tan encorsetadas como sucede con las entidades bancarias. Durante los años de la crisis se las entidades financieras han reducido la financiación a empresas no inmobiliarias en 100.000 millones de euros.
Crowfunding, capital riesgo, sociedades de garantía recíproca, family offices, business angels. Estas entidades se encuentran entre lo que se conoce como shadow banking o banca en la sombra, el más temible competidor que se enfrenta a la banca en los últimos años.
Aunque las pymes han reducido el coste de la deuda a la mitad durante la crisis, lo cierto es que se trata de un tipo de sociedades con un acceso a la financiación que no resulta fácil. Las entidades financieras no quieren complicaciones y la inmensa mayoría del dinero que destinan a préstamos a empresas se dirigen hacia las grandes, las que forman parte del índice Ibex 35 de las empresas más solventes de España.
Mejor perfil de riesgo
Las grandes empresas tienen una calificación crediticia mucho mejor, con lo que prestarlas resulta mucho más seguro frente a la posibilidad de impago. Pero en España, la actividad de dejar dinero a pequeñas empresas no es privativa de los bancos. Es una iniciativa que no es de la exclusividad de los bancos, comentaba recientemente Ander Valverde, del prestigioso bufete de abogados Pérez-Llorca. Cualquier entidad puede proporcionar capital a las pymes, siempre que cumpla un requisito muy determinado: que no proceda de depósitos del público.
En España, la banca en la sombra tiene carta de naturaleza. En Francia las Reglas del Monopolio Bancario dificultan la actividad de estas entidades. Los avances tecnológicos permiten establecer un contacto directo entre ahorradores con empresas demandantes de capital. Se trata de fórmulas que permiten una mejor asignación de recursos.
“Es una actividad que puede generar riesgos y una amenaza para la estabilidad bancaria, así como un vehículo que se puede aprovechar para incurrir en fraude, como el blanqueo de capitales”, señalan fuentes de estas entidades. Es por esta razón que desde que comenzaron a operar estas entidades, existe una corriente que reclama una regulación para este shadow banking para blindar la estabilidad del mercado financiero y la seguridad de los ahorradores.
Distintas fórmulas
El crowfunding se conoce como micromecenazgo en castellano. Se trata de una red colectiva de financiación, casi siempre online, que se nutre de donaciones económicas.
El direct Lending es el préstamo directo procedente de un fondo de inversión cuyas aportaciones las adquieren principalmente inversores institucionales.
El capital riesgo es apoyo financiero para empresas con elevadas capacidades de crecimiento a cambio de participaciones accionariales.
Sociedades de garantía recíproca son entidades que facilitan el acceso al crédito de las pymes, mediente la prestación de avales antes los bancos, administraciones públicas, clientes y proveedores.
Los business angels son personas físicas o jurídicas que aportan fondos, experiencia o contactos a emprendedores con nuevos proyectos empresariales.