Seis de cada diez directivos españoles así lo consideran, perciben los sobornos y la corrupción como algo frecuente según recoge un informe de EY. Se trata del ‘EMEIA Fraud Suvey 2017’, un trabajo que se realiza cada dos años mediante encuestas y que sitúa a España en el puesto 13 de 17 en relación a cómo se perciben estos casos en Europa, Oriente Medio, India y África (EMEIA).
La cifra da mucho que pensar, pese a que supone una disminución respecto al ejercicio anterior (69%). La media es del 51%, por lo que nuestro país está por encima. El 275 de los participantes afirman que el soborno es una práctica común para poder conseguir un contrato y un 77% llegaría a justificar algún tipo de comportamiento ético si este contribuyera a que la empresa sobreviviera. Uno de cada tres incluso se manifiesta a favor de hacer pagos para ganar o retener proyectos.
El 28% de los entrevistados para el informe dicen que una regulación podría ser positiva para persuadir a la hora de protagonizar comportamientos deshonestos, cuatro puntos por encima del informe de 2015. Casi el 80% considera que el enjuiciamiento de personas podrían llevar a profesionales a evitar fraudes, sobornos y corrupción, algo que también ha de tenerse en cuenta para promover medidas que eviten este tipo de situación es y acciones.
La ‘EMEIA Fraud Survey’ se ha realizado con la participación de 4.100 profesionales de empresas de diversos sectores y tamaños. 100 de ellos son españoles. Los encuestados que están entre los 25 y 34 años, la llamada generación Y (32% de los participantes), se muestran más condescendientes respecto a estrategias que no son éticas y ven justificación si el fin fuera poder conseguir que el negocio sobreviviera (73%).
La llamada generación X (de 45 a 54 años) penaliza más las acciones que incurran en delito.
