El proceso acelerado de reducción de deuda que ha llevado consigo la crisis económica, unida al abaratamiento del precio del dinero han permitido a las pymes reducir a menos de la mitad el coste de la financiación ajena necesaria para el funcionamiento de sus negocios. Los últimos datos en poder del
Banco de España muestran que los intereses de la financiación recibida han bajado
hasta el 16,5% en el caso de las pequeñas empresas, mientras en las medianas la caída ha sido mayor incluso, hasta el 11,2%.
En los peores momentos de la crisis, la carga de intereses de la financiación recibida por las pymes llegó a situarse en el 37% en el año 2012. Los últimos datos que ha publicado el Banco de España son de 2012, por lo que la reducción ha alcanzado el 55,40% en sólo tres años.
Esta carga financiera por intereses se calcula como un cociente entre los intereses de la financiación recibida dividido por la suma de los ingresos financieros y los resultados económicos brutos obtenidos por estas.
En el caso de las medianas empresas, la carga financiera ha caído desde el 25,1% máximo que se alcanzó en 2011 hasta el 21,2% en el año 2015, último del que se han publicado datos. El recorte ha sido del 55,4%.
Para apoyar a la economía productiva, el Banco Central Europeo ha bajado los tipos hasta límites insospechados, situándolos incluso en tasas negativas. Hace dos años, además, inició una política de suministro brutal de liquidez al mercado, con el objetivo de incrementar la oferta monetaria, para lograr así una alza en los préstamos bancarios.