Así lo señala Experian, que acaba de presentar los resultados de una encuesta realizada por Forrester Consulting que arroja cifras realmente preocupantes. España es el mercado donde se registró un mayor número de operaciones fraudulentas, acciones que incluyen desde usurpación de identidad al robo de datos. Según las cifras que se han recopilado, el 48% de los españoles reconoce que han detectado más incidencias en 2016 en relación al ejercicio anterior. Este es el porcentaje más alto de toda Europa.
Esto supone una pérdida importante de ingresos. El 39% de las compañías analizadas en Europa, Oriente Medio y África así lo confirman y la cifra se eleva hasta el 45% en tierras españolas. Nuestro país es, junto con Italia, la región donde más negocios han detectado ataques de este tipo.
Los directivos europeos que han participado en este estudio que acaba de presentar Experian califican el fraude de “una grave amenaza” para el desarrollo y la consolidación de las empresas. Consideran primordial hacer frente a estas acciones de manera eficaz, para disminuir el impacto que este tipo de situaciones tienen en la cuenta de resultados final de las compañías y que se refleja en el dato anterior. Como decíamos, el 45% de las firmas españolas e italianas dicen eu esto ha supuesto que haya subido las pérdidas a consecuencia de estas situaciones hostiles.
Las enseñas encuestadas pertenecientes al sector financiero afirman que han de adaptar las estructuras y los sistemas a la situación actual para que “no queden desfasadas”. El mundo de las finanzas afirma que los modelos de negocio tradicionales van a ir desapareciendo a corto y medio plazo, en un tiempo de alrededor de cinco años. De ahí la importancia de renovarse para no desaparecer y de adaptarse al siglo XXI y a lo que demanda la sociedad. Por supuesto, estos ataques y fraudes son un motivo más para no quedarse atascados en el pasado.