Ir a la moda exige mayor brevedad a la hora de contestar el correo electrónico. La respuesta típica a los mensajes apenas alcanzará las cinco palabras. Esta es la principal tendencia que llega de los Estados Unidos, la cuna de la tecnología de Internet y principal exportador de tendencias en Red para todo el mundo. La consolidación de nuevas formas de comunicación, como Whatsapp o Twitter, así como el comportamiento en los chat de las redes sociales, están consolidando una nueva etapa de mensajes escuetos.
Un trabajo de campo realizado al otro lado del Atlántico sobre una muestra de 16 millones de correos intercambiados entre dos millones de usuarios, arroja conclusiones tan interesantes como reveladoras sobre el comportamiento de los ciudadanos frente a esta fórmula instantánea de comunicación.
Los correos que se responden más rápido son los que se envían durante los días laborables y en horas de trabajo. Sobre todo, durante la mañana. Quizá lo más curioso es que el 90% de los autores de los mensajes tienen que esperar hasta un día para recibir una respuesta. Ni tanto como el correo ordinario ni tan instantáneo como podría esperarse de Internet.
La moda que viene de EEUU establece que el domingo es el día en que menos se emplea este medio de mensajería. Algo similar a lo que ocurre ya en redes sociales como Facebook, que apenas tienen tráfico durante gran parte del último día de la semana. A medida que avanza la jornada, los usuarios disminuyen su interés por responder correos, como si la acumulación de mensajes en sus bandejas de entrada les volviera cada vez más perezosos.
También es destacable que las respuestas desde dispositivos móviles son más rápidas y cortas que desde los escritorios y que los emails sin archivos adjuntos normalmente registran contestaciones más veloces. La respuesta a estos últimos se demora el doble de tiempo respecto a los mensajes que no llevan “adjuntos”.
Mayor actividad
También se ha detectado que los usuarios aumentan su actividad conforme reciben más correos electrónicos, pero no lo suficiente como para compensar esta mayor carga, siempre según los estudios del comportamiento de los usuarios estadounidenses. Eso significa que conforme tienen una mayor sobrecarga en sus buzones, responden a un menor porcentaje de correos recibidos y con respuestas más breves.
Hay datos tan curiosos como que los usuarios de mayor edad generalmente responden a una menor porcentaje de los correos que reciben. Algo que parece lógico, pero lo que no resulta así es que su tiempo de respuesta y la longitud no se ven tan afectados como le sucede a los internautas jóvenes cuando se produce una saturación de sus bandejas de entrada. En esa situación, estos responden más rápido, pero con contestaciones más cortas y a un número mayor de emails.