En 1865 Julio Verne publicaba «De la tierra a la luna», novela satírica en la que imaginaba una improbable conquista de nuestro satélite. 103 años más tarde, como una profecía autocumplida, Neil Armstrong se convertía en el primer hombre en dejar su huella en el «Mar de la Tranquilidad». Como Julio Verne, numerosos escritores, artistas o directores de cine, han imaginado escenarios de ciencia ficción que han conseguido hacernos soñar. A veces imaginando tecnologías todavía imposibles, como ese teletransporte que nos dejaba boquiabiertos en Star Treak. Y en otras ocasiones, dibujando tecnologías que sólo en aquél momento parecían ser irrealizables.
Hoy os queremos hablar precisamente de eso. Para ello hemos rescatado cinco películas que en su momento adelantaron tecnologías que sólo ahora empezamos a entrever. Además hemos querido escoger aquellas que creemos que a medio plazo más impacto van a tener en el mundo de las empresas. ¡No te lo pierdas!
Minority Report (2002) – Realidad Mixta
Minority Report fue una de las grandes películas de ciencia ficción de principios de siglo. Desde su estreno en 2002 casi todos hemos soñado con tener ese panel de mandos en el que Tom Cruise, moviendo sus manos sobre el aire, era capaz de controlar prácticamente todo lo que «iba a» ocurrir en Washington D.C.
En la «vida real» tuvimos que esperar hasta 2010 para que Apple con su iPad, presentase un dispositivo que remotamente podía recordar en su interfaz a algo de lo que vimos en la película. La verdadera revolución llegaría no obstante cinco años más tarde, cuando casi por sorpresa Microsoft presentó HoloLens, un casco de realidad mixta capaz de integrar cualquier elemento virtual en nuestro espacio físico.
Si bien el desarrollo de HoloLens (y el de su más directo competidor, Magic Leap) no avanza a la velocidad a la que todos nos gustaría, en su estado actual ya permite por ejemplo extender la productividad de nuestro espacio de trabajo al literalmente «anclar» la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico en una pared, navegar en Internet situando sus ventanas sobre una mesa o editar documentos de texto tecleando en el aire.
Matrix (1999) – Realidad virtual
Pocas películas han hecho de la realidad virtual su principal hilo argumental. Entre todas, sería injusto no reconocer que Matrix ha sido la que mejor lo ha explotado. Más allá del debate filosófico en el que se inscribe la cinta de los entonces hermanos (ahora deberíamos precisar que son hermanas) Wachowski, Matrix plantea en realidad un mundo virtual en el que los seres humanos disfrutan de un falso libre albedrío.
En la película se propone sin embargo un segundo escenario para esta realidad virtual. Aquellos que como Neo y sus compañeros consiguen «desconectarse», pueden gracias precisamente a nuevas recreaciones virtuales, aprender a hacer prácticamente lo que se propongan: desde dominar cualquier arte marcial a pilotar un helicóptero. Han pasado casi 20 años desde el estreno de Matrix y solamente ahora nos encaminamos a un escenario en el que una realidad virtual como la que se proponía en la película, parece viable.
Es cierto que dispositivos como Oculus Rift o HTC Vive están todavía lejos de las posibilidades que nos asombraron en Matrix, pero también lo que es que ya se está planteando su uso para la formación de trabajadores en el sector industrial, y que más allá de su uso lúdico, la realidad virtual puede encontrar un hueco propio en el mundo de las empresas, tanto en formación como en escenarios de productividad en los que recrear un sistema operativo.
Desafío Total (1990) – Vehículos Autónomos
Desafío Total, también conocida como la aventura marciana de Arnold Schwarzenegger, supuso el avance de algunas tecnologías que a lo largo de los años se irían incorporando a nuestro día a día. Más allá de su tono cutre-futurista, recuerdo que la película me impresionó por algunas de las cosas que proponía, como el desarrollo de coches autónomos.
Lo sé: no fue la primera película que planteaba la existencia de estos vehículos, pero sí que es verdad que pocas lo materializaron de una forma tan simpática como ese «Jhonny Taxi» que recorría la ciudad. Un coche que no es que fuera autónomo en sí mismo (como pudiera ser el Kitt de «El coche fantástico») sino que contaba con un curioso robot, vestido estilo años 50, que se encargaba de conducir el vehículo.
Como en el mundo pre-marciano de Desafío Total, en el momento de desarrollo actual los coches autónomos también exigen que al menos haya una persona que esté a «los mandos» por si algo pudiera salir mal. ¿El Johnny Taxi del siglo XXI? Tal vez podría ser ese nuTonomy que desde hace unos meses, recorre las principales calles de Singapur.
2001: Una odisea en el espacio (1968) – Interfaces conversacionales
Quien haya visto la obra maestra de Kubrick recordará sin duda a H.A.L 9000, el ordenador de abordo, que además de controlar la nave de forma más o menos autónoma, era capaz de mantener «interesantes» conversaciones con los ocupantes de la misma y en teoría debía seguir sus órdenes (luego pasó lo que pasó).
Casi 50 años más tarde nos encontramos en un mundo en el que empezamos «de verdad» a hablar con nuestros ordenadores. La inteligencia artificial que se esconde detrás de nombres como Alexa o Google Assitant ya nos permite por ejemplo, controlar nuestro hogar utilizando nuestra voz, y Microsoft quiere hace lo propio en el mundo de las empresas encapsulando a Cortana dentro de su propio altavoz inteligente.
Es cierto que de momento no podemos mantener con Alexa las conversaciones filosóficas que proponía H.A.L y que todavía estamos muy lejos de una interfaz conversacional como la que propone la película «Her», pero cada día que pasa estamos un paso más cerca de conseguirlo.
Star Wars «El despertar de la fuerza» (2015) – Comida sintética
No podíamos hacer un artículo sobre películas de ciencia ficción y no citar a Star Wars. Lo hacemos sin embargo no para hablar de sables láser o robots (que también podríamos) sino de un tema que en estos momentos se esta planteando con fuerza en el mundo actual: el desarrollo de comida sintética.
La referencia cinematográfica la tomamos de la penúltima película de la saga (El despertar de la fuerza) en donde observamos cómo la escasez de recursos naturales de Jakku, obliga a Rey (y a tantos otros habitantes del desértico planeta) a basar su alimentación en una suerte de polvos que en su contacto con el agua se convierten en algo que recuerda a comida.
En el mundo actual, el auge de la comida sintética se ve en el trabajo de startups como Soylent o Joylent, capaces de convencer a quienes se atrevan que se puede vivir a base de batidos. Y no sólo: los trabajos para desarrollar carne completamente desde cero, sin necesidad de «dar a luz» a ningún animal, están bastante avanzados. La intensidad y a la velocidad con la que estamos esquilmando los recursos naturales del planeta nos conduce precisamente a un previsible futuro en el que poco de lo comamos tendrá un origen «natural».
