El último trimestre de 2016 el tiempo medio de espera para recibir el abono de una factura –desde el día en el que se cumplía el plazo máximo para pagarla– fue de 12,35 días. ¿Qué quiere decir este dato? Que continúa la tendencia a la baja de los tiempos de espera para que abonen a las empresas y es ya el sexto trimestres consecutivo con cifras en mínimos históricos si tenemos en cuenta un reporte presentado por la consultora Informa D&B. Desde el tercer trimestre de 2014 no han dejado de caer estos plazos, un punto fundamental para la recuperación económica y la supervivencia y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
Estos descensos se deben a la “evolución favorable” del retraso medio de pago pero, fundamentalmente, a la caída del plazo medio pactado para hacer efectivas las facturas. Este bajó 2,87 días durante este periodo de tiempo y en Informa consideran que eso ha sido fundamental. Destaca además que las empresas españolas han respetado las condiciones que pactaron con sus proveedores. es así como el 51% de los pagos las respetó en ese último trimestre del ejercicio anterior.
Respecto al perfil de empresas, a cuáles son más o menos cumplidoras, las micros son las que más están respetando los tiempos, en un 57% de los casos. Las pequeñas cumplen lo pactado en el 50%, las medianas solo en el 30% y las grandes lo cumplen solo en el 12% de los casos. Algo paradójico cuanto menos: a mayor tamaño, que teóricamente ha de inspirar mayor confianza y fiabilidad, peores los plazos de abonos de facturas pendientes.
La comunidad donde más se tarda en pagar es Canarias, con una media de demora de 18,33 días. Por su parte Andalucía es la región donde más se ha reducido este impass, que es de 9,14 días. Le sigue Murcia y Extremadura. Madrid sigue por encima de la media, con 14,35 días, y Cataluña por debajo, con 10,92 días. Sea como fuere, el retraso medio ha caído en todas las zonas del país con la excepción de Ceuta y Melilla.