La cacareada transformación digital amenaza con cambiar para siempre el mundo de las empresas. Ha sido Fujitsu, en un estudio global elaborado junto a Censuswide, el penúltimo actor en asegurar que a las empresas solo le quedan dos opciones: adaptarse o «morir». En este sentido, la multinacional japonesa lanza como primer gran titular que «El 40% de las empresas españolas no existirán en su forma actual en 2021» haciendo referencia al gran impacto que ya están experimentando a través de las nuevas tecnologías.
Para elaborar el estudio, Censuswide ha entrevistado a más de 1.200 máximos responsables de organizaciones de Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Finlandia, Suecia y España, con el objetivo de entender 6 elementos fundamentales: primero cómo se sienten las organizaciones con la llegada de la disrupción digital. Segundo, cómo obligará a transformarse. Tercero, efectos que se producen. Cuarto, preocupaciones. Quinto, medidas a implementar. Y Sexto y último, cómo se vislumbra el futuro.
¿Y qué grandes titulares nos deja el estudio en el caso de España? Algunos tan interesantes como que el 98% de los encuestados se ven «afectados» por esta transformación o que un 70% admiten la necesidad de evolucionar para adaptarse a los nuevos escenarios. Los beneficios de esta evolución parecen evidentes.
El estudio refleja en este aspecto que para los encuestados, las principales consecuencias de esta transformación digital serán una mayor competitividad (63%), más innovación (42%) y creación de otras fuentes de ingresos (30%)
Por lo tanto, son muchas las empresas que entienden esta disrupción digital como una cuestión estratégica, ligada al éxito del futuro de su negocio. Pero si bien casi todos coinciden en esa necesidad de cambio, el informe también refleja que los principales responsables de las empresas españolas no tienen claro que sus organizaciones estén preparadas para conseguirlo. Y ven como factores que lo obstaculizan el envejecimiento de la tecnología y las infraestructuras (29%), la cultura interna y el miedo al cambio (29%) y la falta de inversión en innovación (26%).
Pese a ello, tampoco se han quedado con los brazos cruzados: un 64% de los encuestados declara haber cambiado su estrategia comercial, un 44% han invertido en TI y un 34% han desarrollado nuevos productos y servicios. Frente a otros países, España destaca porque se opina que los equipos de dirección de las organizaciones deberían dar una respuesta a esta disrupción, un 74% comparado con un 45% a nivel global.