Todos los ingredientes que necesitas para cocinar, en una única caja. En los últimos años han florecido las startups que haciendo suyo el concepto «Food Box» quieren facilitar la vida a todos esos «cocinillas» que en realidad, a diario no tienen tanto tiempo para dedicarlo a los fogones. En MuyPymes os hemos hablado en el pasado de empresas como «Food in the Box» (que cuenta con el apoyo del ex-masterchef Fabián) o Hellofresh, tal vez la compañía de este tipo más conocida a nivel internacional.
Hoy os hablamos de Misamplás una nueva startup que también apuesta por que cocinar se convierta en la experiencia más sencilla del mundo. Como otras startups del sector, Misamplás nos ofrece la posibilidad de escoger en su web, las recetas que vamos a querer cocinar a lo largo de la semana. Y aquí la oferta es amplia: podemos preparar desde wok de pollo a musaka vegetariana, pasando por fideua de marisco o solomillo ibérico en salsa armañac.
Pero a diferencia de startups como «Food in the Box», que apuesta por enviarnos los ingredientes que necesitamos para preparar la receta que hemos escogido, en Misamplás dan un paso más y en realidad, como veremos a continuación, buena parte del trabajo nos lo dan hecho. Los chicos de esta startup nos han enviado una de sus cajas. Os contamos a continuación, cómo ha sido nuestra experiencia.
Todo lo que necesitamos, en una caja
Llega nuestra caja de Misamplás. Lo primero que nos encontramos nada más abrirla son las intrucciones que necesitamos para preparar las dos recetas que nos envían de muestra: «Risotto de trigueros y tres quesos» y «Salmón en papillote con verduras, hierba y lima». En el interior de la caja encontramos dos bolsas térmicas, que contienen los ingredientes para elaborar cada una de las recetas. Cada bolsa está etiquetada e indica lo que contiene y aunque en un principio nos preocupaba que se rompiese la cadena de frío (especialmente en el caso del salmón) descubrimos que junto a los ingredientes, cada bolsa incluye un recipiente de gel refrigerante que ayuda a mantener los alimentos frescos.
Cada uno de los ingredientes de la receta se presentan envasados de forma individual y en las cantidades exactas que vamos a necesitar para elaborarla. Además y como comentábamos al principio, en Misamplás dan un paso más. Las verduras por ejemplo vienen troceadas y pre-cocinadas, las salsas (como la de queso) ya están preparadas e incluso algo tan sencillo como pochar una cebolla pochada ya ha sido hecho con anterioridad y envasado en su respectiva bolsa.
De esta forma en Misamplás consiguen que ahorremos mucho tiempo a la hora de cocinar. Tanto que en realidad, más que cocinar propiamente dicho, lo que nos propone la empresa es que de alguna forma «juntemos» los ingredientes que incluye la receta. Y aquí la sensación que tenemos es encontrada. Por un lado es cierto que si necesitamos cocinarnos algo e forma rápida, con este sistema lo vamos a conseguir. Pero por otra, en realidad se pierde gran parte del encanto que para muchos tiene cocinar.
La propuesta de la startup española se sitúa en este sentido en una posición intermedia entre las empresas que ofrecen los ingredientes en «estado puro» para cocinarlos y aquellas que ya nos ofrecen los platos preparados que solo tenemos que calentar. ¿Dónde vemos el problema? Que tanto en el primer caso, como en el segundo, las recetas que podemos adquirir suelen ser más baratas. En el caso de Misamplás, la mayoría de las recetas rondan los 9-10 euros por ración, mientras que su competencia suele situar el precio entorno a los 6 euros.
¿Y en cuanto a la calidad? Las dos recetas que hemos preparado superan desde luego con creces el aprobado. Son sabrosas, sanas y desde luego permiten comer de forma variada en escenarios en los que no siempre se tiene tiempo y energía para conseguirlo. Desde este punto de vista, estamos seguros que cualquiera que no sepa casi nada de cocina, puede llegar a impresionar a sus comensales. Sin embargo, creo que distan de ese concepto gourmet que quiere vender la empresa. Bastante buenas, pero no espectaculares.
Conclusiones
Misamplás apunta a un público muy concreto: jóvenes urbanitas, fans de la economía colaborativa, que no les gusta cocinar pero son conscientes de que para comer sano «tienen que hacerlo». Y para este target tienen una carta ganadora: recetas sanas y realmente fáciles de preparar.
Sin embargo en nuestra opinión la startup lo va a tener algo complicado fuera de este nicho. Porque por un lado, aquellos que disfrutan cocinando, van a encontrar la oferta de Misamplás demasiado «facilona» y algo cara. Por el otro, aquellos que sólo quieren «calentar y listo» disponen de opciones como Wetaca que se dirigen al mismo nicho a un precio más económico.