La penúltima en manifestarse en relación al discurso y medidas que pretende poner en marcha Donald Trump ha sido Starbucks. La cadena de cafeterías ha anunciado a través de su presidente y consejero delegado, Howard Schultz, que contratará a 10.000 refugiados durante los próximos cinco años. “Puedo asegurar que nuestro equipo de ‘Partner Resources’ ha estado en contacto con los socios afectados pro el veto migratorio y estamos haciendo todo lo posible para apoyarles”, ha señalado.
Starbucks cuenta en México con 600 establecimientos y emplea a más de 7.000 empleados. Schultz ha asegurado que mantendrá las inversiones en el país y ha instado a “construir puentes y no muros” con el país vecino.
Otra de las grandes que se ha posicionado es Facebook. Mark Zuckerberg ha roto el silencio que mantenía en relación al nuevo presidente de EE UU y ha escrito una carta en su red social donde rechaza las iniciativas que pretende instaurar Trump contra los inmigrantes: “Mis bisabuelos llegaron desde Alemania, Austria y Polonia. Los padres de Priscilla –su esposa– fueron refugiados provenientes de China y Vietnam. Estados Unidos es una nación de inmigrantes, y deberíamos estar orgullosos de ello”. Su misiva continúa diciendo que “llevar la ley más allá de las amenazas nos hace a todos los americanos menos seguros y más pobres”. “Todos en esta nación nos beneficiamos de que las mentes más brillantes del mundo vengan a nuestro país a vivir, trabajar y contribuir. Espero que tengamos el valor y la compasión para unirnos y, juntos, hacer del mundo un lugar mejor para todos”.
Una tercera es Airbnb, que ha condenado vía Twitter la nueva ley a través de su CEO y fundador, Brian Chesky, y ofrece alojamiento gratuito a refugiados y a quienes no se les permita la entrada al país. “Permanezca conectado para saber más. Contácteme directamente si necesita alojamiento de forma urgente”, ha afirmado a través de esta red social, tal y como informábamos hoy en una información en MuyPymes.
Finalmente hay que destacar el caso de Google. El rey de reyes de Internet ha reseñado en una carta a su plantilla que al menos 187 de sus empleados podrían verse afectados. “Siempre hemos mostrado nuestro punto de vista en los temas de inmigración en público y seguiremos haciéndolo”, ha comentado Sundar Pichai, CEO de la compañía. “Es doloroso ver el coste personal de esta orden ejecutiva en nuestros compañeros”, apunta.
Públicamente también se han expresado al respecto. En declaraciones a Bloomberg han dicho estar preocupados “por el impacto de esta orden y de cualquier otra propuesta que podría imponer restricciones a los trabajadores de Google y sus familias o que creen barreras para traer gran talento a Estados Unidos”.