La normativa para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres (LOIEMH) establece que todas las compañías con más de 250 trabajadores deben implantar un plan de igualdad que fomente y aplique medidas de igualdad y conciliación entre sus trabajadores. Pues bien, el 90% de ellas suspende en esta asignatura según recoge la consultora Leialta, especializada en asesoramiento en esta materia.
En una entrevista concedida al diario Cinco Días, la directora de la firma, Yalenny Florentini, destaca esa obligatoriedad y señala que esto no debería quedarse “en papel mojado”. No se trata solo de aplicar las medidas por las posibles sanciones –que haberlas haylas– sino que puede suponer una mejora de la productividad y de la competitividad empresarial. Se mejoran los sistemas de calidad e incluso la motivación de la plantilla.
El tema de las diferencias entre hombres y mujeres en el mercado laboral da para mucho y actualmente son muchos los datos que sirven para apoyar una realidad irrefutable, la de esa desigualdad. El paro de ellas frente al desempleo en ellos es tres puntos superior (Encuesta de Población Activa) y la retribución media de las que trabajan en relación a ‘los’ también es inferior: un 18,8% menos de sueldo de termino medio, un dato nada despreciable, la verdad.
En los consejos de administración, que según el artículo 75 de la Ley Orgánica 3/2007 recomienda a las sociedades que han de presentar cuentas de ganancias y pérdidas a tener un número equilibrado de féminas frente a hombres en el consejo de administración, los resultados tampoco son los que debieran. Solo un 20% de los miembros de estos departamentos del total de empresas que forman parte del Ibex 35 son mujeres y solo un 17% de las compañías españolas que tienen presidente cuentan con una figura femenina en dicho cargo.
El cambio solo es posible con la concienciación global de la sociedad, del mundo empresarial, social y político.