No se trata de ser catastrofistas pero sí de no caer en lo del cuento de la lechera, de empezar a imaginar lo que uno hará cuando todo vuelva a las andadas y se convierta en una persona poderosa. Un informe publicado por Axesor apunta que el crecimiento de la economía del país va a ralentizarse, pasando del 3,2% de 2016 a un 2,5% en 2017, 0,7 puntos menos. Esto va a notarse obviamente en el empleo, que pasará de haber subido un 2,6% a un 2% en el próximo ejercicio. La nota 100% positiva la pone el desempleo, que se reducirá hasta el 18,4%.
Otro de los datos a tener en cuenta es el relativo al consumo de los hogares españoles, que es uno de los mejores indicativos de la tónica que toma la economía española. Este subirá un 2,2% y el de las administraciones públicas va a crecer un 0,3%. Ambas son informaciones importantes que permiten dejar atrás el pesimismo y las caídas en picado de indicadores que en la crisis traían de cabeza a nosotros como periodistas, ¿cómo se daban las noticias buenas? Pues así… Seguimos andando por la senda del crecimiento.
El informe de Axesor señala que hoy en día el problema de España está en la baja productividad y en los salarios, que siguen siendo de los más modestos de toda la Unión Europea. Son factores que dificultan el intento por reducir el déficit y la deuda pública. Desde la consultora valoran el incremento del salario mínimo pues va a “paliar ligeramente la desigualdad”, pero aún hay mucho por hacer.
Una de las asignaturas pendientes es la ausencia de cara al ejercicio 2017 de estímulos fiscales vía IRPF, algo que se une a la aplicación de nuevos impuestos y un esperado aumento de la inflación. El resultado es que se dará cierta pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos.