Paz, amor, amistad y una vida social que ya quisieras tener aunque sea mínimamente el resto del año. Se acercan las fiestas y empiezan a sucederse todo tipo de ‘kedadas’: con los amigos, la del trabajo, familiares, los compañeros del gimnasio, la de la escuela de idiomas, con primos, con parejas… En serio, ves cómo tu agenda se va llenando de compromisos, alguno más apetecible que otro, y te preguntas: ¿Y cuándo me pongo a trabajar?
El tiempo hay que encontrarlo, sí o sí. El trabajo debe salir independientemente de lo bien que nos lo pasemos en esas fiestas. Imposible no preguntarse: ¿cómo sacar tiempo entre tanto ocio para adelantar en los proyectos en los que estamos inmersos? No hay formula mágica, advierto, pero sí una clave, la organización. De mi experiencia como freelance os puedo dar estos cinco consejos para que tu productividad no caiga con la misma velocidad con la que aumentan los eventos navideños a los que no debes –ni quieres, confiésalo– faltar.
1. Lista de tareas obligatorias.
Cosas que hacer probablemente tengas cientos pero cuando el tiempo escasea hay que priorizar. Para hacerlo lo primero es preparar una relación de tus ‘pendientes’, todo lo que consideres que debes entregar en estas semanas. Una vez la tengas preparada, prioriza, dales orden, del 1 al 10, al 15, al 20, según tu disponibilidad y necesidades. Por supuesto, respétala. Eso es lo más importante si quieres llegar a tiempo a las entregas más urgentes.
2. Establece metas diarias o semanales.
Yo abogo más por hacer un mix: destaca en la agenda, en color rojo que quede muy llamativo, el día en el que tal artículo, como es mi caso, ha de estar redactado y enviado. Así evitamos despistes. Por semanas, ponte esos objetivos que debes cumplir. Esta lista semanal es interesante porque puede que surjan imprevistos que te descoloquen uno o dos días y así es más fácil ‘recolocar’ esas horas laborales en otro momento de la semana.
3. La agenda es tu jefe.
Como ya adelantábamos, la clave es la organización y por eso en estas semanas especialmente recomiendo hacerle caso a la agenda. Nada de anotar cosas que luego nunca hacemos o incluso que pasen las jornadas sin que lleguemos a abrirlas. Hay que seguir un plan de acción pues al ser un periodo corto de tiempo en el que se concentra todo solo así nos iremos ajustando a las demandas del cliente, que al final es el que manda.
4. Cualquier lugar es bueno para trabajar.
Esta es mi máxima. Cuando estoy especialmente atorada de trabajo voy a todas partes con mi cuaderno y mi bolígrafo, el móvil cargado de batería y a trabajar. Obviamente todo va a depender de nuestra profesión, pero hay muchos empleos en los que podemos aprovechar tiempos muertos o trayectos de un lado para otro para hacer llamadas pendientes, mirar algo en Internet… El portalil es otro de mis más fieles compañeros cuando estoy en vísperas de vacaciones y en fechas tan señaladas y apretadísimas como estas.
5. Ni festivos ni fines de semana… Todos los días son lunes para poder disfrutar después.
Los autónomos no tenemos horario, cierto. Vamos acomodando nuestros ratos de trabajo en función de otros quehaceres diarios. Muchos trabajamos los domingos o festivos, como mañana, que más de uno estará como yo delante del portátil. Pues bien, en temporada navideña toma esto al pie de la letra, pues puede que solo puedas tomarte uno o dos días libres en esa semana y coincida que son en semana y no el finde. Nada de dramas, ¿eh? Los sacrificios que hacemos por un lado suponen beneficios y privilegios por otro, que no todo son penas y lágrimas en la vida del trabajador por cuenta propia.
Espero que estos consejos os sean de utilidad. Organización ante todo y a disfrutar muchísimo de las fiestas y de esos días libres seguro merecidísimos para todos.