Los drones españoles tienen en las pymes y los autónomos a sus principales valedores. Así lo revela el primer «Barómetro del sector de los Drones en España» elaborado por el portal especializado ToDrone y en el que han partidipado más de 400 empresas del sector.
Por la juventud propia del «fenómeno dron», en España aún asistimos al desarrollo de una industria «extremadamente fragmentada y volátil», que si bien presenta un fuerte crecimiento, de momento sigue siendo muy inmadura.
Una de las pruebas de peso es que según el estudio, nueve de cada diez operadores realizan menos de 50 trabajos aéreos al año. Asimismo, señala que el reducido tamaño de los operadores supone una limitación en la capacidad del sector para llevar a cabo trabajos de mayor envergadura y de crecer, al menos, en el corto plazo: el 85,6% de las empresas tiene entre uno y cinco empleados.
A su vez, como muestra de la fragmentación y escasa dimensión del sector, el 60% de las empresas tiene únicamente presencia a nivel regional, mientras que sólo el 40% de los operadores ofrece cobertura en todo el territorio. Esta aproximación local puede ser un reto en la búsqueda de volumen de negocio y de posibles alianzas que permitan una cobertura más amplia. De hecho, todavía son minoría (17%) las compañías que operan en el extranjero.
Respecto a las áreas de negocio, la industria audiovisual/ocio se configura como el principal usuario de esta tecnología (46%), que se emplea fundamentalmente para mejorar la oferta de producción de vídeo y fotografía. Le siguen, a distancia, los sectores de infraestructuras/minería y agricultura/medioambiente, con un 17% y un 14,5% del total, si bien, según los encuestados, son los que realizan mayores inversiones y los de mayor potencial. A medida que el mercado madure, se profesionalice y se abarate la tecnología, parece razonable suponer que la presencia de operadores en otras áreas cambie esta distribución de manera importante.
La facturación de las compañías, por su parte, sigue siendo reducida: el 78% de los encuestados no alcanza los 50.000 euros, lo que confirma, una vez más, la escasa dimensión del mercado. Tan sólo el 2,4% de las empresas supera los cinco millones de euros de facturación.
Respecto a los principales retos a los que tiene que hacer frente el negocio de los drones, el 31% de los encuestados señala como principal obstáculo para el pleno desarrollo del sector la escasa regulación o más bien la ausencia de un marco político y legal en determinadas actividades, y las dudas en torno a su evolución futura. Asimismo, el 19% indica que la lentitud de las Administraciones Públicas para promover medidas que favorezcan al sector, seguido de las dificultades derivadas del tamaño del mercado y de los procedimientos operacionales son otros grandes problemas a los que se enfrenta.