La plataforma francesa BlaBlaCar acaba de recibir su primera sanción en Europa. Concretamente ha sido en España, en Madrid, con motivo de no disponer de una autorización para ofrecer “un servicio de transporte público. Tal y como podemos leer en ABC, la Comunidad de Madrid ha impuesto dos sanciones muy graves a la plataforma para compartir coche, con un valor total de 8.000 euros, por “facilitar en nombre propio servicios de transporte público de viajeros sin ser previamente titular de una autorización”. Por otro lado, BlaBlaCar habría incurrido en una falta grave, multada con 800 euros, al “ofertar servicios de transporte público de viajeros sin disponer del título habilitante”. En total estamos hablando de una cantidad de 8.800 euros.
La Comunidad de Madrid también ha multado a dos conductores de BlaBlaCar con 4.000 euros cada uno, por no poseer “ningún título habilitante para ejercer dicho transporte”. El director general de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pablo Rodríguez Sardinero, ha avisado de que su organismo seguirá inspeccionando a otros conductores y ha conminado a la compañía gala a “cambiar su metodología si quiere funcionar en España. Hasta que España no cambie la ley, su manera de trabajar es ilegal”.
Y, ¿qué opinan desde la plataforma francesa? BlaBlaCar defiende que es “una red social de viajes en coche compartido. Una plataforma tecnológica que permite que dos usuarios contacten para realizar desplazamientos compartiendo gastos, sin ánimo de lucro. No es una empresa de transporte, ni los servicios que presta puedan considerarse una modalidad de transporte terrestre sujeta a la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT)”.
También respaldan la legalidad de la actividad de sus usuarios, puesto que compartir los gastos de un viaje sí está previsto en la LOTT, dentro de la figura de transporte privado particular. “El hecho de que particulares se unan a una red social para conocer gente con la que compartir los gastos de un viaje no es ilegal, y tampoco es una actividad de transporte público de viajeros ni de intermediación a tal fin”, sostiene la empresa, que recuerda que las aportaciones recibidas por sus conductores “no superaron nunca sus costes de desplazamiento, al ser inferiores a 14 céntimos de euro por kilómetro”.
Blablacar, antes conocida como Comuto, llegó a España en enero de 2010, después de Francia. En mayo de 2010 llegó a iPhone y en noviembre de 2011 a móviles Android. Las empresas de transporte protestan porque pierden pasajeros, «lo acusan de competencia desleal». Es cierto. Se puede achacar, aparte de a la crisis, al coche compartido que vacíe plazas en el transporte público. Ocurre especialmente en los jóvenes de 18 a 25 años, el 40% de los usuarios. El elevado paro juvenil y el bajo poder adquisitivo lo explica. Los trayectos más frecuentes en España son Madrid-Valencia, Barcelona-Toulouse, Granada-Sevilla, Murcia-Madrid y Salamanca-Lisboa. Cuando más se usa el servicio es en viernes, domingos y días de conflictividad laboral en empresas de transporte. Por su parte, la ocupación media de cada coche es de 2,8 personas, frente a 1,7 personas a nivel europeo (de cualquier tipo, no compartiendo). Blablacar calcula un ahorro económico a los conductores de un total de 255 millones de euros y una reducción de emisiones de CO₂ –por menos coches circulando– de 700.000 toneladas durante toda su actividad.