Hace poco más de dos años os hablábamos en MuyPymes de Bullet Journal, un método de productividad que dejaba de lado todo tipo de tecnología y nos permitía controlar nuestros proyectos y tareas utilizando únicamente bolígrafo y papel. Un espíritu similar de productividad analógica, encontramos en Strikethru un nuevo método que toma los mejores elementos de Bullet Journal y los libera de complejidad. Si echas de menos el mundo en el que vivíamos hace unas décadas o simplemente te encanta el contacto del bolígrafo con el papel, este es sin duda tu método productivo ideal.
¿Qué necesitas?
En primer lugar un buen cuaderno en el que implementar el método. Si encuentras uno con las páginas ya numeradas mucho mejor. Si no fuera así, este será el primer paso. Strikethru está pensado para cambiar de cuaderno cada trimestre, por lo que calcula que necesitarás uno que cuente con al menos 150-200 páginas.
Tiene que ser además un cuaderno que en la medida de lo posible siempre puedas llevar contigo, por lo que si cabe en un bolso, es ligero y además cuenta con un espacio en el que poder acoplar un bolígrafo, habrás encontrado a tu «compañero productivo» ideal.
Una vez tienes tu cuaderno y has numerado sus páginas, llega el momento de dividirlo en las distintas secciones que forman parte del método Strikethru. Son las siguientes.
Dump o vaciado
«Dump» es la sección que utilizaremos para capturar todo lo que pase por nuestra mente y que no podamos asignar directamente a una lista de tareas. Una sección de auténtico brainstorming en la que almacenaremos ideas, notas, reflexiones, etc. sin reglas y sin límites.
Para delimitar esta sección emplearemos las últimas 20-30 páginas de nuestro cuaderno, ya que tanto el calendario como la «Lista Activa» de tareas se situará en las primeras páginas de nuestro proyecto.
Para que nos sea más sencillo localizar «Dump» o cualquier otra sección del cuaderno, podemos utilizar las clásicas etiquetas adhesivas que sirven como separa páginas y venden en cualquier papelería.
Así es la Lista Activa en cada una de las páginas
Lista Activa
La «Lista Activa» es el espacio que destinaremos en nuestro cuaderno a la auténtica productividad, la parte que nos dice lo que tenemos que hacer y cuándo tenemos pensado hacerlo.
Para esta parte utilizaremos cien páginas de nuestro cuaderno (una para cada día del trimestre en curso), que normalmente corresponderán con las cien primeras. En cada una de estas cien páginas dibujaremos nueve círculos, uno sobre otro, alineados a la izquierda de la página y los numeraremos del 1 al 9.
Cada uno de estos círculos representarán las nueve tareas principales (como máximo) que deberemos llevar a cabo ese día. En el otro extremo de la página, dibujaremos otros nueve círculos que representarán la prioridad que tiene cada tarea, asignando a cada tarea el 1 si es alta, 2 si es media o 3 si es baja.
La caja fuerte o Vault
Esta sección se situará a continuación de nuestra «Lista activa» y contendrá las listas de tareas y proyectos con los que nutriremos la sección anterior.
En nuestra «caja fuerte» podremos crear listas de todo tipo: listas de la compra, proyectos de trabajo, libros que nos gustaría leer, ideas sobre las que queremos escribir, cosas que queremos hacer antes de morir, etc. Para identificar cada una de estas listas con rapidez, podemos utilizar el mismo sistema de etiquetas del que hablamos con anterioridad, utilizando en cada etiqueta las iniciales propias de la lista o cualquier otro truco nemotécnico que nos pueda ayudar.
Nuestro calendario debe tener espacio para tareas diarias, semanales y mensuales
Calendario (opcional)
Si queremos trabajar con fechas concretas, manejar citas, reuniones, eventos, etc. puede que nos interese agregar a nuestro cuaderno una «función calendario» que nos ayudará a organizarnos mejor.
Para ello antes del inicio de cada mes en nuestra «Lista Activa» copiaremos el calendario del mes en curso, asegurándonos que dejamos un espacio suficiente como para apuntar tanto las tareas más importantes del mes como las de la semana, tal y como mostramos en la imagen superior.
Puesta en marcha
Una vez que tengamos nuestro cuaderno listo, llega el momento de ponernos manos a la obra. Tras trabajar unos minutos con «Dump» y «Vault» pronto descubriremos que hay tareas que podemos trasladar a nuestra «Lista Activa», donde compartirán espacio con otras que se nos irán ocurriendo sobre la marcha.
Para que el sistema funcione, deberemos revisar su estructura con regularidad. Para ello no deberemos más que dedicar cinco minutos al día, suficientes para entender cómo está funcionando nuestra «Lista Activa». Además cada dos semanas o como mínimo una vez al mes, revisaremos el resto de secciones para comprobar en un vistazo cómo avanza el resto de nuestros proyectos y hacer correcciones de cara a las próximas semanas de trabajo.
Por último señalar que frente a la «lentitud» de otros sistemas de productividad analógicos, Strikethru destaca por la facilidad en la que podemos hacer una referencia. En vez de copiar tareas de una parte a otra de nuestro cuaderno, bastará que copiemos el número de página y la posición que ocupa una tarea determinada en una lista, que como sabemos normalmente se moverá entre el 1 y el 9.
Como veis Strikethru es un método de productividad muy sencillo que nos permitirá mantenernos siempre bien organizados. Y como en casi todos los demás, si tenemos paciencia y perseveramos, pronto recogeremos los frutos de esta productividad de bolígrafo y papel.
