Cuando todavía no nos hemos recuperado del “impacto” de poder pagar con el móvil y mucho menos con una pulsera, Visa nos propone que lo hagamos con un anillo. Su nuevo dispositivo NFC ha sido proboado por los atletas en los últimos Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro y dados los buenos resultados, la multinacional de pagos asegura que llegará al gran público a finales de este año.
El anillo con el que podremos dejar nuestra cartera en casa es cerámico y en su interior cuenta con un microchip para procesar los pagos y una antena NFC para comunicarse con los TPV contactless que ya encontramos en la mayoría de los comercios.
Uno de las características que diferencian a este anillo de otros wearables es que no necesita recargar su “batería” para poder funcionar. La poca energía que precisa la obtiene directamente de los datáfonos con los que interactúa gracias a un pequeño sistema de campos magnéticos.
El anillo además es sumergible en agua y según sus creadores es capaz de aguantar presiones de hasta 50 metros de profundidad. Los interesados en hacerse con este dispositivo deberán pagar unos 53 dólares y asegurarse eso sí que lo vinculan a una tarjeta de pago Visa.