Hace tiempo que Twitter no es el más joven de la clase en el mundo de las redes sociales. Esa plataforma fresca, dinámica y divertida, capaz de ofrecer una experiencia diferente a Facebook se ha visto en los últimos meses superada por todo tipo de acontecimientos. A una desastrosa salida a Bolsa, le han seguido unas cifras de crecimiento muy por debajo de lo deseable y unas cuantas cuchilladas en la cúpula directiva que no han ayudado precisamente a mejorar la imagen de la compañía.
A esto se le añade el hecho de que la plataforma sigue sin generar ingresos suficientes como para resultar rentable y lo peor de todo, pronto podría perder el segundo puesto en el terreno de las redes sociales. Y no, no hablamos de Instagram. La sorprendente Snapchat está más que al acecho.
¿Cuánto vale Snapchat?
De momento la startup que dicen que con mano de hierro dirige Evan Spiegel, no destaca precisamente por su capacidad para generar beneficios. Promete eso sí unos ingresos de hasta 250 millones este mismo año y de entre 500 millones y 1.000 millones en 2017. Pero esta por ver.
Y sin embargo, la startup de moda en Silicon Valley tiene un imán a la hora de atraer nuevos inversores. Su última ronda de financiación, esta misma semana, ha llevado a las arcas de la tecnológica otros 1.800 millones de dólares con los que cimentar su crecimiento.
Desde su nacimiento en 2012, la empresa ha superado un total de ocho rondas de inversión que se traducen en un valor aproximado de 2.650 millones de dólares. No es precisamente poco. Twitter, fundada en 2006 y que esperó hasta 2013 para empezar a cotizar en Bolsa, “sólo” fue capaz de arrancar 1.160 millones de dólares de los inversores.
¿Pero cuánto vale la empresa? De momento no hay datos públicos que recojan el valor real de la empresa. En parte porque a diferencia de otras compañías, Snapchat siempre ha mantenido mucho secretismo en cuanto a su valoración pre-IPO. En segundo término porque en realidad buena parte de la valoración que se hace de las compañías tecnológicas tienen un alto componente de especulación que se mezcla con la esperanza de los inversores de lo que puede llegar a ser.
Dicho lo cual, en TechCrunch apuntan tras consultar con varios de los inversores cercanos a la compañía, que el objetivo de la startup es conseguir una valoración de 20.000 millones de dólares. Un objetivo que está hoy un poco más cerca si tenemos en cuenta que según esas mismas fuentes en estos momentos la valoración que más suena para la compañía es de 17.500 millones.
Como siempre que hablamos de la valoración de una startup y especialmente en un entorno como el de Silicon Valley, hay que tomar estas cifras con pinzas y en realidad la valoración de la compañía una vez que salga a Bolsa, si es que finalmente lo hace, podría ser bastante inferior. Pero en cualquier caso llaman poderosamente la atención los números que se están manejando para una empresa que lleva en el mercado menos de cuatro años.
Un crecimiento imparable
Si bien las cifras económicas de Snapchat pueden empezar (o no) a preocupar a Twitter, es el crecimiento en su base de usuarios lo que debería disparar todas las alarmas.
Según los últimos datos disponibles, Snapchat registró 110 millones de usuarios activos el pasado mes de diciembre, casi un 50% más que en el año anterior. Si examinamos las cifras de Twitter, a mediados de 2015 declaraba tener 284 millones de usuarios activos , más del doble de los que ahora mismo presenta Snapchat.
Pero el problema para la red social fundada y dirigida (de nuevo) por Jack Dorsey es que esta cifra no ha cambiado sustancialmente en los últimos años y aunque la plataforma sigue creciendo, lo hace de forma mucho más lenta. La empresa alcanzó su pico de crecimiento en 2014, cuando registró 280 millones de usuarios activos y desde entonces el crecimiento de la red social se mantiene plano.
No conocemos todavía los datos de 2016 y puede que nos equivoquemos pero la imagen parece clara: mientras que una red (Twitter) parece haber alcanzado su techo de crecimiento, la otra (Snapchat) crece con fuerza. Y lo hace además entre el público que más importa a las marcas, los millenials.
La buena noticia para Twitter es que el mundo de las startups puede llegar a ser tremendamente volátil y una o dos decisiones acertadas pueden cambiar completamente los acontecimientos. Y sin embargo en nuestra opinión Twitter va a necesitar algo más que aumentar el límite de caracteres en sus tweets si quiere remontar el vuelo.