La mensajería instantánea se ha convertido desde hace unos meses en uno de los grandes campos de batalla para las empresas tecnológicas. Facebook, Google, Apple o Microsoft luchan por posicionar en nuestros dispositivos la que siempre prometen que va a ser la nueva forma de comunicarnos: más sencilla, más potente, más divertida, con más prestaciones, etc. A la propuesta de las grandes empresas se suman los esfuerzos de startups como Line, Viber, Telegram, WeChat, etc. que también quieren su parte del pastel.
Pese a ello, la realidad es más bien tozuda. La mensajería instantánea ha entrado en un momento de madurez que dificulta enormemente a las empresas el posicionar una oferta realmente diferenciadora. Incluso cuando lo hacen, tienen aún más dificultades para vencer la barrera psicológica de unos usuarios que prefieren la comodidad de tener a todos sus contactos en una única plataforma.
El caso español es de manual. WhatsApp domina prácticamente la totalidad del mercado. Los últimos datos disponibles indican que la aplicación por la que Facebook pagó 19.000 millones de dólares es utilizada por el 97% de los usuarios españoles que utilizan programas de mensajería instantánea.
En segundo lugar se encuentra curiosamente Facebook Messenger, con un 13% de los usuarios. Más curioso aún resulta que pese al dominio de Android en nuestro país, con un 92% de cuota de mercado, Google no haya conseguido de momento posicionar ningún producto que consiga despertar el interés de los usuarios.
La mala fama de Google Hangouts
Sobre el papel Google Hangouts no tiene nada de malo. Como WhatsApp permite crear grupos, compartir imágenes y documentos e incluso realizar videollamadas, una característica que de momento no está presente en WhatsApp. Incluso ofrece un conjunto más amplio de emoticonos, ofreciendo la posibilidad de adjuntar stickers para adornar nuestras conversaciones. De la misma forma y a diferencia de WhatsApp, es capaz de enviar SMS.
No obstante y a diferencia de WhatsApp, en Google HangOuts no podemos compartir nuestra localización, enviar mensajes grabados de voz o comprobar si los mensajes que enviamos han sido leídos y cuándo. Se asemeja este sentido más a una aplicación de chat «tradicional» más que a un auténtico programa de mensajería instantánea.
A esto se suma el hecho de que desde su lanzamiento en 2013, le han llovido críticas en cuanto a su funcionamiento. Durante años HangOuts se ha ganado una justa fama de colgarse con frecuencia, dificultades a la hora de enviar imágenes (WhatsApp comprime el tamaño del archivo) especialmente cuando hay poca cobertura o la mala experiencia que ofrecen sus llamadas de audio/vídeo cuando se inician desde un dispositivo móvil. Y pese a que en el último año Google ha corregido muchos de los errores de la aplicación, es difícil limpiar su imagen de aplicación poco confiable.
Lluvia de aplicaciones de mensajería instantánea
Con estas malas sensaciones, desde hace meses que se especulaba con la posibilidad de que Google lanzase una nueva aplicación que consiguiera esta vez sí, presentar batalla. Y Google no ha defraudado. O en realidad, sí lo ha hecho. Porque en vez de presentar una única aplicación, en este Google I/O se ha descolgado con el anuncio de tres nueva aplicaciones de mensajería instantánea. Y por cierto, Google Hangouts seguirá en el terreno de juego. Cuatro aplicaciones para intentar replicar lo que WhatsApp hace en una sola. Veamos en qué consiste su apuesta.
Google Allo
De las cuatro, es la aplicación que más promete. Google Allo viene al rescate combinando las prestaciones del resto de aplicaciones líderes, escribir mensajes de texto, enviar emojis o stickers, subir imágenes, decorar imágenes con comentarios escritos a mano como Snapchat, etc.
Además permite cambiar la fuente de los mensajes, o su tamaño e incorpora una función de respuesta inteligente basada en el aprendizaje automático y está integrada con el buscador de Google.
Google Duo
¿Qué es lo que no va a tener Google Allo? Videollamadas. Para esta función y solo para realizar llamadas en vídeo, Google presenta Duo, una aplicación que promete funcionar de forma sencilla y confiable, incluso en las redes más lentas. Frente a la competencia incorpora una función «Knock-Knock» que muestra en vídeo a la persona que está llamando antes de descolgar.
Google Spaces
Google Spaces es una nueva aplicación que el gigante de Internet enfoca como herramienta para que “grupos pequeños compartan cualquier cosa”. Tiene toques de Hangouts, de las comunidades de Google+ y hasta de Pinterest, a modo de una red social cruzada con un servicio de mensajería.
Google Spaces permite crear “espacios” o salas de conversación para grupos, con la posibilidad de compartir historias, enlaces, contenido de vídeo o fotos sin salir de la aplicación y está enfocada a desarrollar contenido en torno a un tema concreto como puede ser la planificación de unas vacaciones.
Como hemos comentado anteriormente Google Hangouts seguirá formando parte de la oferta de Google de la mensajería instantánea, a la que habría que sumar el chat de Google+ ¿Suficientes?
Crónica de una muerte anunciada
Ante la pléyade de aplicaciones que propone Google, WhatsApp propone una única aplicación capaz de dar respuesta al 99% de nuestras necesidades en el campo de la mensajería instantánea.
El usuario medio que utiliza su smartphone no quiere tener que pensar que aplicación debería utilizar para llevar a cabo una tarea determinada, sino que automatiza sus decisiones.
Tanto si tiene que realizar una quedada en grupo, llamar por teléfono, enviar su localización o compartir una foto con un amigo, aspira a tener un único espacio desde donde poder hacerlo sin plantearse si en realidad puede existir una mejor forma, o una forma más eficiente/productiva de hacerlo.
Porque sabe que no sólo va a tener que luchar contra su propia resistencia al cambio, sino también contra la resistencia al cambio de todos sus contactos. Así que sí, puede que de una oportunidad a Google Spaces o a Google Allo, pero pasado el momento hype y a menos que la respuesta sea espectacular, volverá al «viejo» terreno conocido. Que tal vez será menos bonito, o menos capaz, pero mucho más familiar.