Los bienes de producción o de equipo son la columna vertebral de las empresas grandes y pequeñas, ya que son los responsables de producir los bienes de consumo comercializados.
Dentro de este grupo podemos incluir la maquinaria, las herramientas, los ordenadores o cualquier otro material que permita desarrollar la actividad propia de un negocio.
Sin embargo, para adquirir estos bienes es necesario hacer una inversión importante que no todas las compañías se pueden permitir, por lo que muchas necesitan obtener financiación. A continuación, el comparador financiero HelpMyCash nos cuenta cómo podemos conseguir préstamos para empresas u otros instrumentos financieros para adquirir bienes de equipo.
Pedir un préstamo o una línea de crédito, la opción más habitual
Lo primero que podemos considerar es obtener financiación mediante un préstamo para empresas o una línea de crédito. Si optamos por pedir un crédito a un banco, podremos conseguir el dinero que necesitamos a un precio muy competitivo, puesto que los préstamos bancarios para sociedades no financieras se conceden actualmente a un interés medio del 3,35 % TAE (datos del Banco de España para créditos de hasta 1 millón de euros, los más solicitados).
Sin embargo, los bancos no son las únicas entidades que nos pueden prestar dinero para comprar bienes de producción. Durante los últimos años, impulsados por el auge del sector fintech, han aparecido numerosos prestamistas privados y plataformas alternativas que también ofrecen financiación con muy buenas condiciones. Además, para obtener sus créditos no es necesario cumplir ninguna condición de vinculación ni contratar otros productos, lo que a la larga supone un ahorro importante.
La administración pública también ofrece préstamos con condiciones preferentes para comprar bienes de equipo a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). En este caso, es el banco el que nos concederá el crédito (siempre que tenga un acuerdo con el ICO), pero las condiciones del mismo las define el organismo estatal.
El ‘leasing’, una alternativa a los préstamos
El leasing o arrendamiento financiero es un instrumento que también nos puede venir muy bien si queremos comprar bienes de producción. A través del leasing, una entidad financiera adquiere unos bienes y se los alquila a una compañía durante un tiempo determinado, que a cambio deberá pagar cuotas periódicas en las que se incluirá tanto el coste de los bienes como los intereses percibidos por la entidad.
El contrato de arrendamiento debe tener una duración mínima de dos años cuando tengan por objeto bienes muebles y tiene que incluir una opción de compra a su término a favor del usuario. Si el titular rechaza adquirir los bienes pagando el residual, el operador de leasing se los podrá alquilar a otra empresa.
Además, si adquirimos bienes de equipo mediante un contrato de leasing, podremos beneficiarnos de una serie de ventajas fiscales. Los intereses son deducibles en el impuesto de sociedades o en el IRPF (dependiendo de si somos empresarios individuales o autónomos), así como la recuperación del coste de los bienes. Asimismo, el IVA soportado correspondiente a las cuotas del leasing también es deducible.