¿Diseñan los fabricantes sus equipos para que dejen de funcionar transcurridos unos meses o años de uso? Para muchos, la conocida como «obsolescencia programada» entre dentro de la categoría de mito: si los equipos se estropean ahora con más frecuencia que antes es porque tecnológicamente son mucho más complejos y hay más componentes y causas que pueden fallar.
Para otros, fans de documentales como «Comprar, tirar, comprar: La historia secreta de la obsolescencia programada», que los fabricantes diseñen sus equipos para fallar transcurrido un tiempo «razonable» de uso, es un hecho más que demostrado. En cualquier caso parece difícil pensar que una marca se atreva a admitir algo así es público. ¿O no? Pues resulta que algo parecido acaba de hacer Apple.
En una de sus página dedicadas al reciclaje de equipos y la política medioambiental de la compañía, Apple responde a algunas de las FAQ (frequently asked questions) que más preocupan a los usuarios. Una de la preguntas más curiosas dice lo siguiente: “How does Apple conduct its Product Greenhouse Gas Life Cycle Assessment?” (¿Cómo desarrolla Apple su evaluación sobre el cico efecto invernadero de sus productos?)
A lo que responde: «“To model customer use, we measure the power consumed by a product while it is running in a simulated scenario. Daily usage patterns are specific to each product and are a mixture of actual and modeled customer use data. Years of use, which are based on first owners, are assumed to be four years for OS X and tvOS devices and three years for iOS and watchOS devices.”
(Para mostrar el uso de un cliente, medimos la energía consumida por un producto mientras está siendo utilizado en un escenario simulado. Patrones de uso diario y específico para cada producto y una mezcla de datos actuales y simulados de nuestros clientes. Años de uso, que están basados en los primeros propietarios, se asumen cuatro años para los productos OS X y tvOS y tres años para dispositivos iOS y watchOS).
Y no, en esta afirmación no se reconoce que Apple diseñe sus productos para fallar transcurrido un tiempo concreto, pero sí se apunta a lo que la compañía espera que duren dichos dispositivos, su ciclo de vida útil. Es decir, en un escenario normal de uso, la multinacional espera que no utilicemos el mismo portátil durante más de cuatro años, mientras que para nuestro smartphone o reloj inteligente, el ciclo se limita a los tres años.
Por supuesto Apple se compromete a seguir reparando nuestros dispositivos transcurrido ese tiempo, aunque normalmente una vez se franquea la barrera de los cinco-seis años, pasan a ser considerados por la marca como «obsoletos» y si necesitamos repararlos o actualizarlos, deberemos recurrir a otras empresas.