Los Papeles de Panamá han sido sin duda la noticia de la semana. De rebote, ha crecido el interés mediático sobre los paraísos fiscales. Y como no podía ser de otra forma, protagonizan una nueva edición de los GIFRIDAYS de MuyPymes. Te enseñamos todo lo que necesitas para montar tu propio paraíso fiscal y qué materias debes dominar para atraer esas inversiones offshore que «de pronto» se han puesto tan de moda.
Tu propio Estado
Es el primer y quizás más importante de los requisitos. No podrás tener un paraíso fiscal a menos que no tengas un país propio. No es tan complicado como podría parecer. Amasa una pequeña fortuna y compra una de esas islas del caribe que al parecer nadie quiere. Después, invéntate una excusa peregrina, declara la independencia y conviértete en jefe de Estado o ya que estás… en dictador. Si no te da para una isla, puedes montarlo en una plataforma petrolífera. No serías el primero. Ahí están los chicos de Sealand sin ir más lejos.
Vive del secreto bancario
Los paraísos fiscales son tan populares gracias a estrictas normas de secreto bancario, es decir, los datos de los titulares de las cuentas bancarias o sociedades sólo se otorgan a las autoridades si existe evidencia de delitos graves, como terrorismo o narcortráfico.
Evita colaborar con otras naciones
Los paraísos fiscales no firman acuerdos con otras naciones que contemplen el intercambio de información bancaria o fiscal. Tus socios naturales deberán ser países como Andorra, Panamá, Islas Vírgenes, Suiza o las Islas Caimán. Aléjate de cualquier país que suena a Unión Europea o Estados Unidos (menos a unos pocos amigos en Delaware a los que podrás escribir de vez en cuando). Por supuesto esta política diplomática no te va a convertir en el Estado más popular.
Rodéate de abogados, asesores fiscales y más abogados
En cuanto tu pequeño país comience a atraer las primeras fortunas opacas, vas a necesitar una legión de asesores fiscales y abogados capaces de asegurar a tus clientes que contigo van a estar seguros. Profesionales capaces de inventar mil y un métodos para dar creatividad a sus finanzas, expertos en la distracción de todos esos capitales que en teoría habría que declarar.
No te olvides de los testaferro
Vamos a dejar claro lo que es un testaferro, para que no haya dudas. Un testaferro es una persona que suplanta a otras en negocios fraudulentos, de tal modo que a pesar de la suplantación estas personas encubiertas no dejan de percibir beneficios del fraude. Normalmente estos testaferro suelen ser personas con pocos recursos que reciben una asignación por poner su firma en todo tipo de documentos que les comprometen a ellos y no a tus clientes. Los vas a necesitar.
Diversifica
Una economía sana es una economía diversificada. La evasión fiscal está bien, pero puedes hacer mucho más. En tu paraíso fiscal puedes dar cabida al lavado de capitales provenientes de otras actividades que tal vez están penadas en otras naciones, como el narcotráfico, la trata de blancas, el terrorismo o incluso, la piratería audiovisual.
Y sobre todo… Da muchas facilidades
La globalización económica permite que muchas de las personas no deban desplazarse hasta el paraíso fiscal en cuestión para la apertura de sociedad o cuentas bancarias, lo que reduce los gastos de gestión y lo que convierte en una actividad sumamente rentable. Para que quede claro. Bárcenas sólo iba a Suiza a esquiar.