En declaraciones recogidas por Europa Press, Rajoy ha subrayado que la reforma laboral aprobada por su Gobierno en 2012 impulsó la creación de casi 600.000 empleos en 2015. El presidente ha defendido esta reforma, asegurando que ha sido «de las más elogiadas» fuera de España y por las instituciones europeas, y ha mostrado cierta resistencia a que la modificación de la misma forme parte de un posible pacto de Gobierno con el PSOE.
«Me gustaría que nadie diera marcha atrás (en esta reforma). A lo mejor ellos (PSOE) pueden ceder en eso y yo en otra cosa», ha manifestado el jefe del Ejecutivo en funciones. Rajoy ha asegurado que le dolería que el nuevo Gobierno revirtiera reformas que han permitido a España levantar cabeza, refiriéndose especialmente a la reforma laboral.
Lo cierto, es que la reforma laboral está en el punto de mira de los partidos políticos. Algunos quieren derogarla, otros cambiarla. Y eso genera incertidumbres en un mercado muy vulnerable por la alta temporalidad.
Las probabilidades de una nueva reforma laboral son tan amplias que, incluso, aunque pueda gobernar el Partido Popular, siempre estará en minoría y necesitará apoyos. Ciudadanos, igualmente, ha prometido a los electores drásticas reformas en la legislación laboral. En concreto, la generalización del llamado contrato único con indemnización creciente en función de la antigüedad.