MRW ha realizado la primera prueba de concepto con drones con la colaboración de la empresa española HEMAV para la entrega de paquetes, un método de envío que se está desarrollando con el objetivo de llegar a zonas de difícil acceso o medios rurales del mejor modo. En la actualidad, las empresas de transporte tienen una gran dificultad al repartir en zonas rurales o de complicado acceso, por lo que la entrega con drones optimizaría de manera significativa el reparto de los envíos.
Sin embargo, y aunque la barrera tecnológica es un reto a conseguir, las verdaderas dificultades para que este tipo de entregas sean posibles están a nivel legislativo, operativo y de seguridad. Actualmente, un dron puede volar a más de 120 metros de altura sobre el punto en el que está el operador y, desde un punto de vista teórico, el techo de vuelo de las aeronaves con las que trabaja HEMAV está alrededor de los 3.000 metros, aunque sus posibilidades van más allá de lo establecido en el marco legal actual.
Este proyecto aún se encuentra en una primera fase en la que las entregas se centran en envíos de medicamentos, desfibriladores y otros elementos en situaciones de emergencia, como desastres naturales para zonas de difícil acceso. Ambas compañías están pendientes de la aprobación de la nueva legislación, ya que permitiría la habilitación de algunos escenarios como paquetería en puertos y envíos en zonas rurales. La visión a largo plazo incluye la entrega de paquetería y habilitación de zonas de aterrizajes así como que se autoricen los vuelos 100% automáticos y las operaciones en ciudad.