Puede que no dispongas de mucha experiencia profesional, pero en una entrevista de trabajo es común que el reclutador pregunte si alguna vez, a lo largo de tus estudios o últimos trabajos, has liderado equipos o has tenido cierta responsabilidad en la toma de decisiones. Y es que, aunque pensemos que aún nos queda mucho para aspirar a ser jefes, hay cualidades que se pueden fomentar desde los perfiles más junior.
Una de ellas es el liderazgo. En este sentido, aprender a gestionar equipos desde abajo, es una de las premisas que se les exigirán a los millenials en cualquier empleo. En este sentido, Jobandtalent recoge los cinco consejos clave para empezar a desarrollar esta competencia ya desde el principio de nuestra carrera profesional, y que se basan en el estudio “The Hatford 2014 Millenial Leadership Survey”:
1. Observar y aprender
Para poder liderar, has de observar y aprender de tus responsables: como gestionan al equipo, qué estrategias siguen para presentar sus ideas, y qué estilo y formas de comunicarse con su equipo utilizan. Quédate con lo que consideras que hacen bien y lo que se puede mejorar, y llévatelo a tu terreno para crear tu propia versión de liderazgo. Explorar tu alrededor siempre es una buena arma para crecer.
2. Encuentra un mentor
Una manera efectiva de fomentar la capacidad de liderazgo, es contar con un aliado que te explique personalmente su experiencia. Si le pides a tu responsable que se convierta en tu propio mentor, y te dedique unos minutos a contarte su experiencia, seguramente saldrás beneficiado, tanto por tu capacidad de iniciativa, fundamental para aspirar a puestos directivos, como por el aprendizaje que extraigas.
3. Aprende de los clásicos y repasa discursos célebres
Como apunta Jobandtalent, saber tratar a las personas y predecir cuáles son sus necesidades, son parte de las cualidades del liderazgo. En este proceso de aprendizaje, las habilidades comunicativas y el sentido de la empatía juegan un papel fundamental, y en este sentido, el sistema educativo norteamericano es un ejemplo claro de la importancia que se le da a la comunicación para ejercer como un líder.
No en vano, reputadas universidades estadounidenses como Yale, Harvard o Georgetown han formado a la mayoría de presidentes de Estados Unidos y otras figuras carismáticas globales. Es por eso, que quizás te ayude escuchar los discursos de estos líderes, para entender como una gran masa de personas puede adherirse a la visión de un líder, a través de la dialéctica.
4. Practica con tus amigos
En cualquier grupo de personas siempre se ejercen diferentes roles, y entre ellos, siempre hay quién toma la iniciativa. No seas tímido, y aprovecha tu entorno íntimo y lánzate. Siempre con respeto y empatía, coge las riendas y prueba a proponer planes, organizar actividades, argumentar tus razones, y tomar alguna decisión. Si aprendes a ser tú el que ocupe este puesto de forma natural, también te será más fácil adquirir dotes de liderazgo en el entorno laboral.
5. Un buen líder es ante todo, responsable
Demuéstrale a tu jefe, y al conjunto de tus compañeros, que eres una persona en la que se puede confiar en caso de que surja un problema, o tengan que delegar una responsabilidad. Transmitir confianza, rigor y seriedad ante las tareas que se nos asignan siempre es una buena inversión para tu futuro profesional.