Cada año por estas fechas, en MuyPymes nos proponemos un ejercicio de ficción-reflexión en el que intentamos determinar cuáles serán las tendencias tecnológicas que en los siguientes 365 días se impondrán en el mundo de las pequeñas empresas. En año, fieles a nuestra cita, hemos detectado hasta siete grandes rasgos que creemos que determinarán en buena parte las apuestas TIC de este año.
El año de Windows 10
Lo queramos o no, este va a ser el año de Windows 10 en la empresa. La compañía de Redmond asegura que Windows 10 ya está instalado en 200 millones de dispositivos de todo el mundo. Según sus propios datos, el ritmo de adopción ha sido frenético, siendo un 140% más rápida que Windows 7 y un 400% que Windows 8.
Por supuesto ha ayudado a que la actualización sea gratuita durante el primer año y a los insistentes mensajes que animaban a los usuarios a actualizar el sistema operativo. Con todo, con un porcentaje superior al 50% Windows 7 sigue siendo el rey de la empresa.
Nuestra predicción no obstante es que 2016 va a ser el año del gran cambio y que un porcentaje muy importante de esos equipos que siguen confiando en Windows 7 van a transitar hacia Windows 10 en pocos meses.
Frente a la «aventura» que representó Windows 8 y Windows 8.1, Windows 10 se percibe como un sistema robusto, con ventajas evidentes para los usuarios empresariales y sobre todo, no genera el rechazo que originaron sistemas como Vista. Difícilmente veremos empresas que pidan al canal equipos con Windows 7, y más bien a corto que a largo plazo, Windows 10 se va a convertir en el «new normal».
Almacenamiento on-line: más barato que nunca
El precio del almacenamiento está cayendo con tanta fuerza que proveedores como Amazon, Google, Dropbox o Microsoft lo están ofreciendo de forma prácticamente gratuita a sus clientes.
En estos momentos, Microsoft ofrece 1 TB de almacenamiento on-line por la compra de una licencia de Office 365. Amazon en España ofrece alojamiento ilimitado para todas nuestras imágenes si somos miembros de su plan Premium y por poco más de 50 euros por año, también para todos nuestros documentos. Google y en menos medida Dropbox están siguiendo una estrategia similar.
De la misma forma que ya casi nadie graba información en un CD, el almacenamiento off-line acabará por tener un uso residual. En el caso de las pequeñas empresas, únicamente se acabará para guardar esa copia de seguridad de la que echar mano en caso de «desastre». El espacio on-line se convertirá este año en la forma más común de trabajar con documentos y colaborar.
La lenta agonía del correo electrónico
Pese a los esfuerzos que están haciendo muchas empresas, el correo electrónico se resiste a morir. El motivo lo encontramos en que no existe un sustituto universal y estandarizado sobre el que construir la nueva generación de comunicación entre personas.
Desde el malogrado Google Wave no han faltado intentos para eliminar la dependencia que empresas y grupos de trabajo tienen del correo electrónico. Pero no ha sido hasta 2015, con la irrupción de Slack cuando se ha reactivado el mismo concepto de «comunicación interna» no dependiente del correo electrónico. No sólo Slack ha apostado por este modelo: aplicaciones como Asana o la propia Yammer se han revitalizado y una compañía tan importante como Facebook entrará este año con su Facebook At Work superada ya su fase beta.
En este 2016 si bien el correo electrónico seguirá siendo imprescindible para que las empresas se comuniquen con sus clientes y con otras empresas, veremos un paulatino descenso en su uso interno, para ser completamente sustituido por estas nuevas aplicaciones en las compañías más avanzadas.
Las empresas que más se beneficiarán de esta «nueva» realidad, serán especialmente las que tienen que lidiar con numerosos colaboradores externos, las que apuestan por el teletrabajo o que son multisede y necesitan una mayor colaboración entre los miembros de un mismo equipo.
Más «mobile first» que nunca
Hasta hace unos años la tendencia era programar la web para el escritorio y en un segundo momento, adaptarla para dispositivos móviles. Desde el pasado 2015 y especialmente a partir de este 2016 la tendencia cambia y la prioridad va a ser pensar antes en móviles y tabletas que en escritorios.
Para ejemplificar la importancia que tiene el smartphone en nuestras vidas basta un ejemplo. Cuando el pasado mes de octubre entrevistábamos a Marta Panera, directora de comunicación de ShowroomPrive España, nos comentaba que el «69% de las visitas que recibe la web provienen a través de smartphones y tablets».
El ordenador doméstico (sobremesa o portátil) ha dejado de ser la principal vía de acceso a Internet. Las empresas que no se adaptan a ese nuevo escenario mobile van a ser las primeras en perder posiciones con respecto a la competencia, especialmente ahora que los consumidores no sólo se han acostumbrado a consumir contenidos desde sus teléfonos sino que cada vez más, realizan sus compras.
Un único sistema operativo
Hace algunos años que las principales empresas juegan con la idea de la convergencia: unificar sus sistemas operativos de escritorio y móviles para proporcionar una experiencia común. La empresa que más ha hecho para conseguir esa experiencia en 2015 ha sido Microsoft, con ideas tan interesante como el concepto de «App Universal», o ese dock que permite que los Lumia más avanzados puedan conectarse a monitor, ratón y teclado.
No va a ser la única que avance en este campo. Si se cumplen los rumores, Google podría presentar este mismo año la fusión entre Chrome OS y Android, permitiendo a los usuarios poder gozar las ventajas de ambos sistemas operativos. Y algo de eso ya se avanzó en 2015, cuando los de Mountainview habilitaron la posibilidad de que algunas Apps diseñadas para Android pudieran ejecutarse en Chrome OS.
En el caso de Apple, su apuesta «convergente» pasa más en estos momentos por asegurar una continuidad entre OS X e iOS que en realidad, ofrecer una experiencia de usuario unificada. Si bien esta apuesta puede tener sentido en el caso de un smartphone, lo cierto es que en lanzamientos como su iPad Pro el apostar por un sistema operativo puramente mobile, muestra enseguida sus carencias. Tal vez por eso con el lanzamiento de iOS 10 veamos más convergencia y la incorporación de nuevas características provenientes del escritorio, pero es pronto para asegurarlo.
Por último en el campo del software libre, Canonical y su Ubuntu lideran la batalla por la convergencia. De momento es la empresa que más verde se presenta en este campo, en el que en 2015 presentó sus primeros smartphones equipados con su sistema operativo. No obstante la sensación que impera en el ambiente es un «ahora o nunca» que debería de ofrecer interesantes novedades.
Economía on-demand
Tras fenómenos como Uber, Airbnb o Blablacar, tenemos que prepararnos para un nuevo año en el que la gran protagonista va a ser la «economía on-demand». Los consumidores van a querer controlar cualquier aspecto de su vida diaria desde su teléfono móvil (ese mobile first del que hablábamos antes) y cada vez más, van a apostar por ese mal llamado «consumo colaborativo» quehacer unos años ha empezado a abrirse paso en nuestra sociedad.
Vamos a ver como paulatinamente desaparecen intermediarios a la hora de realizar tareas domésticas, realizar la compra diaria, realizar una excursión cultural o incluso trabajar.
Veremos cómo surgen nuevas plataformas para la nueva economía «on demand» y la tecnología va a ser la gran protagonista a la hora de conectar consumidores con proveedores de servicios, e incluso, dispositivos conectados a Internet como el caso de los nuevos servicios de car-sharing.
Menos Facebook, más Instagram
2016 va a confirmar cómo las redes sociales de segunda generación (Facebook, Twitter, LinkedIn) ceden buena parte de su protagonismo a las de tercera generación (Instagram, Pinterest, Snapchat).
2015 ha sido un año convulso para Twitter, que ha experimentado un drástico parón tanto en su crecimiento como en la actividad de sus usuarios. La red social de microblogging sigue siendo fantástica para seguir lo que ocurre en un momento determinado, pero no ha conseguido dar con la tecla mágica que justifique una gran inversión de marketing por parte de las empresas.
En el caso de Facebook, los usuarios la perciben como una red social demasiado madura y en el caso de los millenials, como poco ágil y «complicada». La prueba de que se impone lo visual es que en 2015 las redes que más han crecido han sido Instagram y Pinterest, donde especialmente en el móvil la interacción pasa por poco más de un me gusta o no. En un terreno similar, los más celosos de su privacidad se pasan a Snapchat, plataforma en la que se aseguran que aquello que comparten desaparecerá cuando ellos decidan y por lo tanto, no les perseguirá en entrevistas de trabajo o momentos personales «complicados».
Probablemente también veamos la «socialización» de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Facebook Messenger, que paulatinamente irán ganando en funciones, sirviendo tanto para realizar pagos mobile, como para convertirse éstas también, en escaparate de publicidad para las empresas.