El consumo colaborativo está en alza e iniciativas como Airbnb, Blablacar o Cabify han conseguido convencer a más del 50% de los usuarios españoles, que según un estudio elaborado por la OCU, han utilizado en alguna ocasión un servicio que se enmarca en la conocida como sharing economy.
El estudio muestra la creciente familiaridad de los consumidores con las distintas formas de consumo colaborativo y el amplio nivel de satisfacción entre los usuarios. En concreto, existe un alto grado de satisfacción de los usuarios tanto con el funcionamiento y prestaciones de las plataformas elegidas como con la experiencia en su conjunto.
En este sentido, el 69% de los entrevistados considera muy probable repetir la experiencia. Además, el grado de satisfacción para los consumidores no muestra diferencias significativas se haya hecho el contacto de forma off-line u on-line. De hecho lo más curioso es que aunque se tiende a pensar que el consumo colaborativo se desarrolla principalmente a través de Internet, la participación en este tipo de iniciativas a través de familiares o amigos prevalece más de lo que parece.
Los consumidores se decantan por este tipo de compra para ahorrar, ganar dinero o por ser la forma que mejor se adapta a sus necesidades, mientras que los encuestados que declaran no haber probado ninguna forma de consumo colaborativo es por desconocimiento o falta de ocasión. Solo el 17% muestran desconfianza y el 12% cree que es una iniciativa complicada o que no garantizan lo suficiente los derechos de los consumidores.
Los problemas que se han reportado por parte de los encuestados son escasos y de poca gravedad. Además, los consumidores afectados no reclamaron y son pocos los que expresaron su descontento de manera privada y aún menos los que intentaron llegar a un acuerdo con la otra parte.