Hasta tres años de vida. Esto es lo que el estrés laboral puede quitarnos. Así lo asegura un reciente estudio desarrollado por las universidades de Harvard y Standord, en el que se indica que el estrés es la causa directa de problemas como: falta de concentración, resfriados y gripes, ansiedad y depresión, náuseas, dolores musculares y mucho más.
Entre ese mucho más se incluye la disminución de nuestra esperanza de vida. Y es que que, cometidos a un estrés constante, los trabajadores podemos perder días, semanas, meses y hasta tres años, si no modificamos nuestros hábitos laborales en favor de un equilibrio mucho más sano. Entre los factores que más impactan en nuestro nivel de estrés, los investigadores han determinado los siguientes, como los más preocupantes:
- Amenaza de paro y desempleo.
- Cobertura sanitaria deficiente.
- Trabajo por turnos. Rotación.
- Jornada laborales que se alargan en exceso.
- Falta de conciliación entre la vida familiar y laboral.
Junto con estos factores, se tomaron en cuenta otros como raza, género, nivel educativo o nivel educativo, tratando de averiguar si había una respuesta diferente en función al estrés recibido de manera sostenida. Las principales conclusiones a las que llegaron fueron las siguientes:
Los trabajadores con un nivel educativo inferior, tienden a trabajar en espacios menos saludables, con un peor clima laboral, por lo que tienden a vivir menos.
- En el caso de Estados Unidos, tanto afroamericanos como latinos tienen un esperanza de vida de un año menos que la población caucásica, si se considera únicamente el estrés.
- Por regla general, las mujeres sufren menos las consecuencias negativas del estrés en el ambiente laboral.
Así que si hacemos caso a los últimos estudios y a lo que los expertos nos advierten desde hace años, sí, el estrés está acabando con nosotros. Más nos vale aprender a tomarnos nuestro trabajo con un poco más de calma, si es que queremos vivir para contarlo.