Google también quiere ganar la batalla en el campo de las tablets profesionales. La presentación de Pixel C es todo una una declaración de intenciones que se postula como alternativa al iPad Pro de Apple y a la Surface Pro de Microsoft. Y es lógico. Un mercado tan saturado como el de las tablets, necesita nuevos nichos de mercado en los que crecer. Y el espacio profesional es el próximo en disputa. Sobre el papel, los buenos números que ha registrado Surface deberían asegurar el éxito de su nueva Surface Pro 4, pero tanto Apple como Google vienen pisando fuerte. Vemos qué argumentos esgrime cada compañía para «llevarse el gato al agua» y conquistar el mercado profesional.
Google Pixel C
La nueva tableta Pixel C dispone de una pantalla de 10,2 pulgadas y resolución 2.560 x 1.800 píxeles, lo que arroja una densidad de 308 puntos por pulgadas. En su interior encontramos un SoC NVIDIA X1, que cuenta con una CPU de cuatro núcleos y GPU Maxwell de 256 núcleos, además de 3GB LPDDR4, conector USB tipo C y dos tipos de teclados accesorios (uno en cuero y otro en aluminio).
Google ha querido que su nueva tablet sea capaz de mostrar directamente un folio A4. Para ello, cuenta con un espesor de tan sólo 7mm. Además, la tableta equipa una cámara trasera de 8 megapíxeles y una frontal de 5 megapíxeles, perfecta para realizar videoconferencias. La nueva tablet de Google llegará en las próximas semanas en dos versiones, una de 32GB por 499 dólares y de 64GB por 599 dólares.
Por qué nos gusta
Google necesita impulsar el desarrollo de Apps para tablets Android, y la presentación de Pixel C es el mejor argumento para que haya más y de mejor calidad. La apuesta por USB-C puede convertirse en uno de sus grandes aliados a la hora de trabajar con todo tipo de periféricos, desde unidades de almacenamiento a incluso pantallas externas.
De la misma forma, su combinación con la nueva generación de Chromecast, puede mejorar enormememente la tasa de refresco en mirroring pudiendo de esta forma convertirse en una gran herramienta a la hora de realizar presentaciones. Esta por ver la calidad de su nuevo teclado, tal vez uno de los puntos que pueden inclinar la «batalla», pero con un precio que llega a los 150 dólares, más vale que sea capaz de marcar la diferencia.
Qué nos hubiese gustado ver
Teniendo en cuenta la apuesta que durante estos años Google ha hecho por sus Chromebooks, nos hubiese encantado ver un equipo que ofreciese arranque dual, dando la opción al usuario entre elegir ChromeOS o Android en función de la ocasión. Pese a que ChromeOS está basado casi de forma exclusiva en la nube, es en su concepción un sistema operativo «de escritorio» y que ofrece características propias (multiventana, gestión del almacenamiento, etc.) que en estos momentos Android no ofrece.
Por no hablar de que muchas de las WebApps más productivas e interesantes para el usuario no están disponibles como app para Android. Y no, no es lo mismo ChromeOS que el navegador Chrome para Android. Estamos convencidos que aquí Google ha dejado pasar una gran oportunidad para destacar.
El otro elemento es que a diferencia de la Surface de Microsoft y el iPad Pro de Apple, Google no equipa su tablet con un stylus propio. Es cierto que hay miles de ellos en el mercado, pero uno «made by Google» asociado tal vez a Apps propias y con nuevas funciones, hubiese sido interesante.
iPad Pro
De las tres tablets, el iPad Pro es actualmente la más grande. Sus 12,9 pulgadas la sitúan más cerca del portátil que del concepto de tablet que hasta ahora, todos teníamos en mente. Sus especificaciones a nivel interno y a falta de que se conozca con todo lujo de detalles qué equipará Surface 4, son impresionantes: 2.732 por 2.048 píxeles de resolución, SoC Apple A9X de 64 bits, 2 GB de RAM,
SoC: Apple A9X de 64 bits y coprocesador de movimiento M9, cámara iSight trasera de 8 MP y FaceTime frontal de 1,2 MP, Wi-Fi ac, Bluetooth 4.1, LTE 4G, conector Lightning y una auntonomía de hasta diez horas.
Su versión más económica (32 GB de almacenamiento Wi-Fi) cuesta 799 dólares y la más cara, 1347 dólares. Accesorios como su nuevo teclado y su stylus Apple Pencil se venden por separado y son los que más valor profesional aportan al producto.
Por qué nos gusta
El principal punto a su favor es que, como la inmensa mayoría de los productos de Apple, los acabados, la calidad de construcción y el rendimiento del iPad Pro es sobresaliente. Muy poco se le puede objetar a la nueva tablet de Apple en este sentido. La inclusión de iOS 9 supone por otro lado, un gran avance para popularizar las tablets de Apple en el segmento profesional.
La posibilidad de trabajar con dos aplicaciones de forma simultánea es algo que los usuarios llevan tiempo revindicando y la inclusión de los populares atajos de teclado de Mac OS X en iOS 9 es otro punto a su favor. Por último su gran superficie parece ideal para dar respuesta a las necesidades de los profesionales más creativos: diseñadores, fotógrafos, arquitectos, artistas digitales, etc. tienen en este iPad Pro un equipo con el que pocos pueden rivalizar.
Qué nos hubiera gustado ver
Pese a que iOS 9 ha avanzado en algunos aspectos, sigue siendo un sistema operativo un tanto pobre cuando se enfrenta a un escenario empresarial. Si bien seguramente la decisión no ha sido fácil, tal vez una apuesta por Mac OS X en este equipo, para dar un carpetazo definitivo a los «moribundos» MacBook Air, hubiese tenido sentido.
A Apple no le hubiese costado demasiado trabajo crear una herramienta para que los desarrolladores pudiesen adaptar sus Apps iOS a Mac OSX, aprovechándose de esta forma los usuarios de las bondades de una pantalla taćtil y contando por otro lado, con un sistema de escritorio completo.
Por otro lado, el precio es otro de los factores a tener muy en cuenta. El precio de un iPad Pro «serio» se sitúa casi en los 1.200 euros (el doble que la tablet de Google). Y es verdad que Apple no ha sido nunca famosa por presentar productos económicos, pero si tenemos en cuenta que por ese dinero podemos adquirir un MacBook Pro, merece la pena reflexionar mucho antes de tomar esta decisión de compra.
Microsoft Surface Pro 4
Aunque aún no ha sido presentada en sociedad, ya se han filtrado muchas de las características técnicas de la nueva Surface. Si hacemos caso a los principales rumores, tendríamos una tablet que se comercializaría en tres tamaños: 12″, 13″ y hasta 14″ superando así las dimensiones del iPad Pro. Ofrecería una capacidad media de almacenamiento de 256 GB en su unidad SSD ( podría llegar hasta 1 TB) y vendría equipada con los nuevos procesadores de Intel Skylake y Windows 10. La memoria RAM podría llegar hasta los 16 GB y los precios podrían oscilar entre los 700 euros para la versión más básica, hasta los 1.700 euros en la más completa.
También se espera una gran actualización de su Surface Pen, desarrollada en este caso por N-Trig, empresa especializada en el desarrollo de stylus inteligentes y que recientemente fue adquirida por Microsoft.
Por qué nos gusta
Si con Windows 8.1 Microsoft Surface Pro 3 era la tablet profesional de referencia en el mercado, la actualización a Windows 10 le ha sentado de maravilla. De las tres, es la única que ofrece un sistema operativo completo y de las tres, es la que desde luego ofrece mayores opciones de conectividad. Es la empresa que mejor ha entendido lo que es y lo que no es un tablet profesional, si bien es cierto que podría haber hecho mucho más por potenciar un ecosistema de apps que completasen la experiencia táctil.
A diferencia de las otras dos tablets, Surface Pro es la única que incluye en el precio su teclado y su stylus, lo cual sin duda es un punto a su favor. Eso sí, a espera de ver cómo se presenta el teclado de Surface 4, de momento tal vez Apple tenga las de ganar en este apartado.
Qué nos hubiese gustado ver
Si se mantienen las especificaciones y tal y como ocurre en el Surface Pro 3, la gran perjudicada va a ser la autonomía del dispositivo. Si necesitamos un equipo con el que trabajar casi todo el día sin tener que echar mano del cargador, tal vez la apuesta de Microsoft no sea la mejor.
Por otro lado hay que tener en cuenta que es un equipo muy orientado a la productividad, al trabajo puro y duro. Si es cierto que el espíritu productivo también es el más destacado de las otras dos tablets, Microsoft debería haber hecho un esfuerzo mayor en posicionar también otro tipo de Apps que le llevasen a tener un ecosistema similar al de Google o el de Apple.