La gamificación ha entrado con fuerza en las empresas. Hace tiempo que las organizaciones han descubierto que conceptos que normalmente asociamos a los juegos, pueden resultar de gran interés a la hora de motivar a los empleados, mejorar el engagement con sus clientes o, como en el caso de Lego, mejorar el proceso de toma de decisiones y resolución de problemas.
La empresa danesa a través de su división de formación, está convencida que las mismas piezas que desde 1932 han servido en los juegos de millones de niños en todo el planeta, también tienen todo el potencial para ayudar a las empresas a afrontar las decisiones más espinosas y los problemas más complejos, desde un punto de vista mucho más creativo. Nace así «Lego Serious Play»: un Lego para los no tan niños.
Desde un punto de vista puramente técnico, podríamos decir que «Lego Serious Play» trata sobre todo de resolver problemas complejos que afectan a las empresas, utilizando para ello piezas de Lego. Las piezas, utilizadas como métafora de conceptos que se construyen y representan, se convierten de esta forma en la base de reuniones, brainstormings, grupos de trabajo, workshops y talleres prácticos.
Su enfoque principal, poder ser más creativos, liberar el pensamiento «out of the box» y llegar a conclusiones a las que tal vez no llegaríamos utilizando una metodología más tradicional. ¿En qué momento o ante qué situaciones puede resultar aconsejable emplear «Lego Serious Play? Aunque depende del tipo de empresa y el liderazgo que se ejerce en la misma, el método parece adecuado ante problemáticas como las que sigue:
- Cuando nos enfrentamos a un problema complejo, con varias facetas que han de tomarse en consideración y necesitamos tener una perspectiva lo más amplia posible. Necesitamos determinar las distintos factores que intervienen en el problema, encontrar sus nexos de unión y explorar distintas soluciones.
- Cuando es importante tomar decisiones en las que todos se comprometen incluso cuando no vayan a estar de acuerdo en el 100% de lo que se decide.
- Cuando al preguntar a cada miembro de un equipo de trabajo las mismas cuestiones, las respuestas difieren de una forma sustancial.
- Cuando es importante que todos participen en la «discusión» contribuyendo con sus opiniones y sus conocimientos.
- Cuando queremos mejorar la capacidad de comprensión a la vez que reducimos la frustración de un equipo.
- Cuando las respuestas que necesitamos alcanzar, no parecen obvias sobre el papel y necesitamos utilizar nuestro tiempo de forma eficiente.
- Cuando es vital que los participantes den respuestas completamete sinceras, sin ningún tipo de «intimidación» o límites.
- Cuando nos encontramos en una situación en la que una o dos personas tienden a acaparar el discurso y queremos romper esa dinámica, sin que en realidad nadie se ofenda.
- Cuando queremos introducir más creatividad e incluso diversión, en las reuniones de trabajo.
Dicho lo cual, ¿Cómo se pone en práctica? Para poner «a trabajar» los conceptos que se manejan en la oferta corporativa de Lego, la multinacional danesa acuña el concepto de «Facilitador», una certificación que imparte la propia Lego y que permite a quien la obtiene, poner en marcha esta metodología de trabajo de forma oficial en cualquier compañía del mundo.
Además de una metodología bien definida, que se explica en libros como «Building a Better Business Using the Lego Serious Play Method» o en Play: How It Shapes the Brain, Opens the Imagination, and Invigorates the Soul», la propuesta de Lego como no podía ser de otra forma, incluye sets de piezas exclusivos, adaptados para su trabajo en las empresas.
Su «starter kit» pensado para los que se aproximan a esta metodología por primera vez, lo constituyen elementos fundamentalmente prácticos, orientados hacia la construcción de edificios, puentes, muros y pequeños vehículos; a su vez se combinan con elementos propios de un entorno corporativo como mesas, plantas e incluso monedas.
Los kits más avanzados como «Identity Kit» o «Landscape Kit» están pensados para equipos de trabajo de hasta 12 personas y proponen retos y formas de afrontar los problemas que exigen hasta tres días de trabajo. Estos kits introducen elementos adicionales como animales, figuras humanas, ruedas, escaleras, tuberías, vallas…y todo el material necesario para poder responder a preguntas concretas como «¿Qué es para ti la innovación?», «¿De qué forma crees que se está ejerciendo en la empresa el liderazgo? ¿Cómo se podría mejorar?» etc.
Por supuesto no es fácil representar conceptos abstractos utilizando piezas de Lego. Pero cuando se pone la primera pieza y el pensamiento empieza a tomar forma, a mostrar lo que se quiere expresar, a construir «pensamientos de plástico» y acompañarlos de palabras, resulta mucho más sencillo y creativo de lo que nos podemos imaginar. O al menos, es lo que nos prometen los defensores de este método. ¿Estás preparado para probarlo?