¿Qué peso tienen tus ideas en la empresa? ¿Se tienen en cuenta? ¿De qué forma se incorporan a la toma de decisiones? ¿Se fomenta la discusión y la toma en consideración de ideas nuevas que pueden mejorar los procesos? Depende a quién se le pregunte. Un estudio llevado a cabo por Wobi entre 400 directivos españoles, indica que no siempre las empresas están dispuestas a escuchar. En este sentido, el 40% de los encuestados asegura que su compañía no alienta la propuesta de ideas.
La celebración del evento I am a Story Maker el 5 y 6 de octubre con figuras mundiales del panorama empresarial, cultural, académico que han construido su propia historia y sirven de inspiración para directivos de todos los rincones del planeta, ha llevado a Wobi, su organizador, a realizar una encuesta sobre el origen y el valor de las ideas en el lugar de trabajo.
Las respuestas de los 400 ejecutivos españoles que han participado en el sondeo se centra en la procedencia de las ideas, la sensación que experimentan los ejecutivos al proponerlas, los frenos con los que se encuentran, la recompensa recibida y los canales existentes en sus compañías para hacerlo.
Aunque la práctica totalidad de ejecutivos españoles encuestados afirma que alguna vez ha propuesto nuevas ideas a su compañía, un 51% reconoce que el miedo al rechazo y no tener tiempo para pensar se convierten en verdaderos frenos. El 90% de los encuestados creen que las propuestas de innovación en la empresa deben provenir de empleados de todos los niveles y en este sentido, un 44% opina que las reuniones entre equipos diferentes son la mejor vía para generarlas. Un 59% afirma que se recompensa más con reconocimiento profesional que económico.
Sin embargo el 25% de los encuestados dice no haber recibido nada a cambio, porcentajes diferentes según contesten hombres o mujeres. Así, el 35% de las mujeres no recibió nada a cambio, mientras que en el caso de los hombres desciende al 14%. El 63% de los ejecutivos hombres entrevistados creen que la propuesta de ideas se valoran siguiendo criterios objetivos, cifra que desciende al 48% en el caso de las mujeres ejecutivas.