Según una encuesta realizada por Kaspersky Lab en colaboración con B2B International, más de una tercera parte (el 36%) de los usuarios españoles de smartphones y tablets también utilizan sus dispositivos para el trabajo. Sin embargo, sólo el 11% de ellos se preocupa seriamente por mantener segura la información de trabajo almacenada en su dispositivo.
Entre esta información confidencial hay archivos para uso en el trabajo y contraseñas de cuentas de correo electrónico corporativo (18%), redes corporativas o redes privadas virtuales (11%). Esta información representa un valioso botín para los cibercriminales que van a la caza de secretos corporativos. Ante esta situación, y visto el auge del modelo BYOD, las empresas deben tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de conectar dispositivos personales de los empleados a las redes corporativas.
La primera, que la integración de BYOD en la infraestructura TI debe ser considerada como un proyecto específico, sobre todo en las grandes empresas. Debe ser diseñado de antemano hasta el último detalle del proceso de integración y, a ser posible, incluir una auditoría de infraestructura, una etapa de diseño y una implementación piloto.
Para proteger eficazmente los dispositivos móviles, es importante utilizar una solución integral que garantice la seguridad en toda la red corporativa, no una que se centre solamente en los dispositivos móviles. Sin esto, pueden surgir problemas de compatibilidad que supongan un trabajo extra para los administradores de sistemas.
Además, la gestión de dispositivos móviles requiere habilidades adicionales a las exigidas por la administración rutinaria del sistema. Hay que asegurarse de que tenemos especialistas en seguridad TI debidamente cualificados en el equipo, que se cercioren de que todas las aplicaciones móviles están instaladas, eliminadas y/o actualizadas a través de portales corporativos, y regular los niveles de acceso a datos y privilegios de los empleados.