Una de las principales dudas de todo emprendedor al montar su negocio es si contar con los servicios de un gestor o un abogado puede suponer un gasto adicional al que habría que hacer frente, o por el contrario, se trata de una inversión para generar un mayor beneficio a la empresa.
Hay muchos casos de emprendimiento en los que se cree que para tener beneficios es imprescindible ahorrar todo lo posible y que la mejor manera de ahorrar costes es hacer todo uno mismo. Está claro que el ahorro tiene que ser prácticamente una ley para cualquier emprendedor, pero conseguir ese menor gasto, no siempre se obtiene gracias a encargarte de ‘todo’.
Las opciones están claras, pero la decisión no es fácil y para tomarla intervienen muchos aspectos que varían dependiendo del caso. Si se emprende en solitario, es fundamental contar al menos con una formación mínima sobre aspectos legales y económicos para evitar los posibles problemas que se puedan generar, mientras que los beneficios son más identificables: no tener que destinar parte del presupuesto a ese gestor externo.
Sin embargo, en esta situación lo importante es definir si realmente contar con el gestor externo es necesario o no para la empresa. Para esto, hay que poner en una balanza los beneficios que ofrece esta opción, que por otro lado, se pueden considerar al mismo tiempo que son desventajas de hacerlo en solitario. Ignacio González Gugel, Socio fundador de dPG Legal y responsable del departamento de Asesoría Jurídica, nos habla de las principales ventajas que obtenemos al contar con un asesor.
Tranquilidad frente a lo que desconocemos
Se puede encontrar muchos autónomos o emprendedores que no saben que pueden ser responsabilizados legalmente por aspectos tan cotidianos como errores contables o liquidación de impuestos. Contar con un experto (o una buena formación) en este caso puede ser sinónimo de tranquilidad y por supuesto, un ahorro ya que evita que se presente el problema.
Esquivar el «tostón» de la burocracia
Al hablar de emprendimiento, el fantasma de la burocracia siempre está detrás. La gran cantidad de «papeleo» necesario para crear una empresa y luego gestionarla es una barrera y un generador de problemas. Por eso, delegar estas funciones a una figura externa permite saltarse este problema.
Más tiempo para dirigir la empresa
Todo lo que demanda la autogestión es tiempo que se deja de destinar a otras acciones. Esto lo que conlleva es un coste de oportunidad, ya que se va a dejar pasar la ocasión de tener una mejor dirección y eso repercute en lo más importante: los beneficios de la empresa.
Seguridad con tu patrimonio
Sobre todo en estos tiempos, cada vez se repite más que el emprendedor es una persona que se ha quedado sin trabajo y utiliza los ahorros para montar un negocio. Pero esa persona física actúa en el mercado con sus bienes por lo que asume cualquier riesgo con su patrimonio. Un gestor puede ser el factor que evite que se dé un problema que puede atentar contra el patrimonio del emprendedor, lo que a fin de cuentas, sería un gran gasto.
Estar al día con la nueva normativa
La normativa que atañe a empresas y emprendedores está en continuo movimiento y eso puede generar que el empresario no esté del todo pendiente de las nuevas leyes. Sin embargo, un gestor o un abogado externo, por el desempeño de su función, va a tener siempre presente esos cambios, que pueden repercutir tanto de manera positiva como negativa.
Aumenta la competitividad y la eficacia
Para una empresa, ser eficiente en la gestión es sinónimo de competitividad y ambos factores repercuten de manera directa en los beneficios. Por esto, invertir en un gestor puede suponer una mayor eficacia y si se logra ser más competitivo en el mercado, se puede suponer que los ingresos también serán mayores.
Planificación y prevención de problemas
Una de las labores más importantes en una empresa es llevar a cabo una correcta planificación para prevenir problemas y hacer los trámites mucho más sencillos. En este sentido, la labor de un gestor puede ofrecer una gran ayuda para que esa planificación no se vuelva un inconveniente para el emprendedor.
Cualquiera de las dos opciones son válidas, pero sin duda los beneficios que puede ofrecer una figura externa son aspectos a tener en cuenta en el momento en el que se decide si emprender en solitario o contratar a ese gestor externo. Al emprender, como casi con cualquier aspecto, hay que tener muy presente que lo que pensamos que va a ser más barato, al final puede resultar más caro.
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