Todos tenemos que hacer entrevistas de trabajo, o todos hemos sido candidatos alguna vez, independientemente de dónde nos sentemos ahora. En las entrevistas salen diferentes temas y conversaciones, pero hay palabras y frases que nunca, nunca, nunca deberían salir de tu boca.
1. Casi.
“Casi me ascienden” significa que no lo hicieron. Aunque “casi” es una buena palabra para muchas cosas, en una entrevista, hablar de lo que “casi” consigues te aleja de lo que sí conseguiste. Céntrate en lo que sí conseguiste, no en lo que casi.
2. Sé más que tú.
¿Y qué si realmente sabes más que el entrevistador? Pareces un idiota pomposo si usas esta frase o similar “soy más listo que tú.” Demuestra tus habilidades contestando a las preguntas correctamente. Si eres más listo que el entrevistador, se dará cuenta. Además, si eres un recién graduado, no importa cuántas matrículas de honor tienes, el entrevistador sabrá más que tú.
3. Gay.
Emm..no. aunque coloquialmente digas que algo es “gay”, no. Las cosas no tienen orientación sexual. E incluso si estás hablando de la orientación sexual, no es un tema apropiado para una entrevista de trabajo. Estás ahí para hablar de tus logros. Ni gay, ni hetero, ni nada; no es un tema relevante en una entrevista.
4. Soy madre soltera así que…
Esto se oye muchísimo. La gente lo dice para enfatizar cuánto necesita el trabajo e intenta buscar compasión en el entrevistador, pero ese es el énfasis equivocado. Deberías centrarte en cómo ayudarás a la empresa. Todo el mundo necesita dinero, tú no eres la excepción.
5. Cosas y tal.
¿Qué hiciste en tu anterior trabajo? “Cosas, y tal” “Trabajo con clientes y tal”. Elimina eso. Nunca hiciste “cosas y tal”. Cuenta lo que hiciste y ya está.
6. En la universidad.
A menos que aun estés en la universidad o tengas menos de 21 años, a nadie le importa la universidad. Es patético si te remontas a esa época. Si un entrevistador pregunta por la universidad, entonces responde que puerta está cerrada.
7. Mis padres (familia, pareja).
A ver, si intentas conseguir trabajo en política y te apellidas Kennedy, Bush, Clinton…alimenta esas conexiones. Los demás, fuera. A tu entrevistador no debería importarle tu árbol genealógico y lo que ellos consiguieron, está ahí por lo que conseguiste tú.
8. ¿Puedo preguntar qué tal?
Eso está bien, pero la entrevista de trabajo no es el sitio para preguntar cómo ha ido. Si no te contratan, puedes preguntar, pero no antes. No te sorprendas si no te dicen nada, muchos no lo hacen.
9. Da igual.
«¿Qué tipo de trabajo buscas?» “da igual.” «¿Qué te parece trabajar los fines de semana?» “da igual.” No es una respuesta adecuada. Responde a la pregunta. No es un momento para ser educado y decir lo que el entrevistador quiere oír. Incluso “qué quieres beber” tiene mejores respuestas que “da igual”; si estás en una oficina, limita tu respuesta a “café”, “agua” o “té”.
10. Embarazada.
Tu entrevistadora parece estar de 8 meses. No la felicites. No preguntes si es niño o niña. No lo hagas. Ella te dirá algo si quiere. De igual forma, es ilegal tener en cuenta si estás embarazada en una entrevista, así que no tienes por qué decirlo. Es algo que puedes hablar durante la fase de negociación.
11. ¿Estás casado/a?
U otra pregunta personal. Si llevas anillo o no, no importa. No preguntes; es irrelevante.
12. (palabrotas)
Las palabrotas no deberían aparecer en una entrevista de trabajo. Incluso si quien te hace la entrevista habla mal, no es una buena idea. Muestra tus habilidades de lenguaje usando palabras que describan tus sentimientos y situaciones.
13. No tengo debilidades/ Soy perfeccionista.
Sí tienes debilidades, y una de ellas es mentir en las entrevistas. El perfeccionismo es un problema, pero mucha gente que lo dice lo hace para causar buena impresión erróneamente.
14. Nada.
Si no has tenido trabajo durante un tiempo, el entrevistador te preguntará: “¿qué has estado haciendo?” la respuesta correcta nunca es “nada”. Incluso si es verdad.
15. Soy el mejor candidato.
No puedes saberlo a menos que conozcas al resto de candidatos. Como no es así, no lo digas. Incluso si tu CV va perfecto con la descripción del trabajo, puede haber otro similar con otras cosas que tú no tienes. Esta frase solo te hace parecer arrogante y creído.
16. Aburrido.
No importa cuán aburrido fuera tu anterior trabajo, no uses esa palabra. Es el beso de la muerte. Puedes decir que estás buscando nuevos retos, pero no que tu anterior trabajo te aburría.
17. No es mi culpa.
Entiendo que pasan cosas que no son tu culpa. A veces pasan cosas malas. Pero cuando estás en una entrevista de trabajo, un candidato que dice “me despidieron, pero no fue mi culpa” hace levantar banderas rojas. Te hace estar a la defensiva. Incluso si no fue tu culpa, usar esa frase no te ayudará. Prueba, en cambio, explicar qué pasó.