El car sharing ha dejado de ser un fenómeno anecdótico para convertirse en un fenómeno bien asentado en grandes ciudades como Madrid, Sevilla o Barcelona. Empresas como Bluemove permiten a sus usuarios alquilar coches por horas, pagando únicamente por el tiempo que permanecen tras el volante. Esta startup madrileña cuenta ya con más de 20.000 usuarios que han apostado por compartir coche, en un fenómeno que apuesta por un transporte mucho más sostenible y una relación completamente diferente con el concepto de propiedad de un vehículo. Para conocer mejor este fenómeno en MuyPymes hemos entrevistado a Gabriel Herrero-Beaumont y Jorge González-Iglesias, socios y fundadores de la empresa.
MuyPymes: El consumo colaborativo ha vivido un boom inicial en nuestro país pero a la vez, empresas como Blablacar o Uber, presionadas por lobbys, están teniendo cada vez más dificultades a la hora de desarrollar su modelo de negocio. ¿Cómo es la situación para Bluemove?
Bluemove: Bluemove no se está encontrando con estas barreras porque se trata de un servicio diferente. El nuestro es un sector que está perfectamente regulado bajo el epígrafe de alquiler de vehículos sin conductor.
Es cierto que hay algunos aspectos que nos unen a empresas como Uber o Blablacar, como la innovación en el ámbito de la movilidad o, como bien dices, el consumo colaborativo. Pero el negocio es muy diferente: Bluemove pone a disposición de sus usuarios coches para que los usen como propios, pero sin asumir gastos como los seguros, combustible ni parkings.
MuyPymes: Uno de vuestros conceptos más novedosos es el de “coche de barrio” en el que vendéis un vehículo a un usuario a cambio de que lo comparta cuando no lo utiliza. ¿Cómo funciona exactamente? ¿De qué descuento hablamos? ¿Quién es el propietario final del vehículo?
Bluemove: El coche de barrio permite a los vecinos adquirir un coche mediante una financiación ventajosa con la condición de que lo comparta con el resto de vecinos durante el tiempo que no lo utiliza. Esta persona que adquiere un coche de barrio, al que denominamos “conector”, debe hacer frente a una cuota de renting proporcional al tiempo que quiera reservarse el coche. Es decir, quien quiera asegurarse el uso del coche durante 50 horas al mes pagará una cantidad, y el que quiera usarlo 100 horas al mes pagará otra.
Bluemove asegura el buen funcionamiento del servicio porque los coches llevan implantada una tecnología que evita el intercambio de llaves o el encuentro físico de los distintos conductores. Todo está informatizado. Además los usuarios no tienen que hacerse cargo de mantenimiento, limpieza, impuestos o seguro.
MuyPymes: Bluemove tiene de momento presencia en Madrid y Sevilla y funciona desde 2010. ¿Cómo ha sido la acogida hasta ahora? ¿O estáis planteando seriamente llegar a nuevas ciudades?
Bluemove: Bluemove nació en Madrid en 2010 y opera desde 2013 en Sevilla a través de una fusión con Cochele. Desde entonces, la acogida ha sido tremendamente positiva: contamos ya con más de 200 vehículos, 85 puntos de recogida y casi 20.000 personas registradas, de las cuales la mitad son usuarios activos.
Desde Bluemove estamos evaluando diferentes alternativas de expansión. El carsharing es un fenómeno que, desde hace unos años, ya empieza a ser muy conocido en Europa, y cada vez más en España. Por lo que, en función de la evolución del servicio en España, estudiaremos entrar en más ciudades. Y, a partir de ahí, tenemos alternativas internacionales, tanto dentro como fuera de Europa.
MuyPymes: Una de las críticas que os harán es que este tipo de modelo de negocio, de popularizarse y masificarse, ralentizaría aún más la venta de vehículos nuevos, una industria especialmente sensible para España.
Bluemove: Nuestra relación con los fabricantes de coches es muy buena. Las principales marcas de coche entienden que el carsharing es una realidad insalvable, que tienen que entender y acoger lo antes posible.
Es cierto que el objetivo de nuestra industria es limitar la fabricación y la circulación de vehículos privados, pero eso no significa acabar con la industria. Entendemos que el concepto de “tener un coche” va a cambiar mucho en los próximos 10 o 15 años.
MuyPymes: Acabáis de participar en el último Zinc Shower, uno de los eventos más interesantes de España para startups. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Bluemove: Es nuestro primer año como colaboradores en este evento y lo cierto es que resultó una experiencia muy enriquecedora. Tuvimos la oportunidad de participar en una mesa redonda titulada “Nuevos modelos de negocio en la época de la colaboración” y también tuvimos un stand donde nos lo pasamos muy bien y donde pudimos presentar las ventajas de nuestro servicio.
El perfil que tiene Zinc Shower como encuentro nos resulta muy atractivo. Aúna creatividad, innovación, talento, emprendimiento… Hemos detectado que cada vez más está adquiriendo un perfil más profesional, lo que resulta muy interesante para empresas como Bluemove.
MuyPymes: ¿Consideráis llegar a acuerdos con otras empresas de carsharing de otras ciudades de España o incluso de Europa? Tal vez sería una forma sencilla de dar a conocer y extender el fenómeno.
Bluemove tiene una identidad como marca y unos valores que la hacen única. El potencial de nuestra empresa y su capacidad para expandirse y llegar a nuestros mercados. Es cierto que en 2013 llevamos a cabo una fusión con Cochele en Bluemove, porque ambos consideramos que era una buena oportunidad.
Pero no está en entre nuestros planes buscar otro acuerdo similar con ninguna otra empresa. Creemos en el potencial de nuestra empresa y en su capacidad para expandirse y llegar a nuestros mercados.
MuyPymes: Apostáis por el coche eléctrico. ¿Qué futuro le veis en las ciudades españolas? ¿En cuántos años creéis que se va a popularizar?
Bluemove: La movilidad eléctrica es, sin duda, uno de los caminos por los que se puede avanzar en favor de una movilidad más limpia y eficiente. Actualmente se están viendo avances en ese sentido, por parte de iniciativas públicas y privadas.
Bluemove desde el principio apostó por este tipo de movilidad porque la consideramos muy importante, pero aún hay mucho por hacer. No te puedo decir qué plazos se pueden manejar para que la movilidad eléctrica esté definitivamente implantada en nuestras ciudades. Hay una cuestión importante para que esto suceda y es la distribución de puntos de carga rápida. Se está avanzando, pero de forma algo más lenta de lo que nos gustaría.
