En plena guerra fría, John F. Kennedy pronunció su famosa frase «No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país». Aplicada al mundo de las pequeñas empresas y trasladándola al 2015 que está a punto de comenzar, podríamos decir «No te preguntes qué pueden hacer tus empleados por ti, pregúntate qué puedes hacer por tus empleados».
La sentencia viene a colación del estudio «The future of business collaboration» elaborado por PGi y que entre otras cosas pone su foco de atención en las necesidades o más bien en los deseos que expresan los trabajadores de pequeñas y grandes empresas de cara al nuevo año. Como es habitual en este tipo de estudios, el pedir un sueldo mayor está a la orden del día, pero hay mucho más.
Aumento de sueldo
Ganar más dinero suele ser una de las respuestas que de forma casi automática, respondemos cuando nos preguntan por lo que queremos para nuestro trabajo en el año nuevo. No importa si ya tenemos un sueldo decente o si en realidad hay otros aspectos de nuestra vida en la empresa que podrían mejorar: al final siempre queremos más.
Mejorar la conciliación de vida laboral y personal
Horarios más flexibles, poder trabajar desde casa, una política más laxa a la hora de decidir cuándo nos podemos tomar unas vacaciones, etc. Los empleados cada vez son más conscientes de que tienen una vida fuera del trabajo y cada vez están menos dispuestos a sacrificarlo todo por su carrera.
El contar con una empresa que ofrece un clima laboral más agradable y que a la vez, favorece las políticas de conciliación y flexibilidad laboral comienza a ser cada vez más atractivo para muchos, que valoran esta posibilidad incluso por encima del salario que perciben.
Implementar nuevas tecnologías
En demasiadas ocasiones los trabajadores se quejan de equipos lentos u obsoletos que les retrasan a la hora de ser productivos y hacer mejor su trabajo. Y cada vez más, muchos trabajadores piden a sus empresa la posibilidad de utilizar los equipos con los que se encuentran más familiarizados: smartphones, tablets o portátiles.
Y aquí las opciones que tenemos son dos: o invertimos en la renovación del parque informático de nuestra empresa (no es de recibo que el 20% de las pymes de nuestro país sigan utilizando Windows XP) o apostamos por la implantación de una política BYOD en la que damos libertad a los trabajadores de utilizar sus propios equipos.
Una mejor organización
Además de una tecnología que no está a la altura de las expectativas, la mala organización del trabajo y de los procedimientos internos de la empresa se revela frecuentemente como una de las causas señaladas por lo trabajadores para justificar una baja productividad, falta de motivación o comunicación interna en la organización.
En este sentido, sin ser todavía una petición mayoritaria, el reclamar una mejor organización interna en la empresa se ha colado en el índice de peticiones que hacen los trabajadores a sus empleadores. Y normalmente, no les falta razón.
Más oportunidades de formación
La formación en España ha sido tradicionalmente un coladero por el que se han escapado subvenciones de todo tipo y que en cualquier caso, nunca ha estado lo suficientemente bien auditada como para garantizar su calidad. Otro cantar es el caso de la formación no bonificada o no subvencionada, en la que normalmente han sido las medianas y grandes empresas las que se han preocupado de ofrecer a sus trabajadores lo que necesitan.
Dicho lo cual, parece evidente que hay una necesidad de insistir en los esfuerzos que se realizan para ofrecer al trabajador una formación de más calidad, que le permita avanzar realmente en su carrera y que no sea simplemente una forma de justificar un presupuesto.