Sin hacer demasiado ruido, Amazon ha presentado hoy Echo, un asistente personal que se presenta en forma de altavoz inalámbrico, permanentemente conectado a Internet. De una forma similar a lo que hace Siri o Google Now, Echo es capaz de ofrecernos información meteorológica, leernos los principales titulares de las noticias, crear nuevas alarmas, e incluso reproducir la música que tengamos almacenada en nuestra cuenta de Amazon.
Hasta aquí podría parecer un dispositivo más, pensado con sus pros y sus contras, para facilitarnos la vida en nuestro hogar. Sin embargo tiene una función más que interesante que en el vídeo que acompaña al anuncio promocional en vídeo, solo se menciona de pasada: la posibilidad de añadir productos a nuestra lista de la compra Amazon con nuestra voz.
Sólo esta función justifica que de momento, el dispositivo se les ofrezca con un importante descuento (50%) a los usuarios Prime de Amazon, que son normalmente los que más compran y por lo tanto, los que más le interesa cuidar a Amazon.
Porque de momento a Alexa, el nombre que deberemos decir para ‘despertar’ a Echo (al parecer podremos cambiar el nombre), sólo podremos ordenarle que apunte cosas en nuestra lista de la compra o de deseos de Amazon. Pero ¿qué ocurrirá en un futuro no muy lejano? Probablemente que si Echo tiene cierto grado de aceptación, podremos decirle que compre directamente por nosotros los productos.
La escena puede ser la siguiente. Estamos en casa, abrimos la nevera y descubrimos que nos hemos quedado sin leche. Diremos, «Alexa, compra leche» y unas horas más tarde una caja de cartones de leche nos estará esperando en la puerta. Y esto si hablamos de bienes básicos, pero ¿Os imagináis la cantidad de compras por impulso’ que haremos con Echo? Es como si toda la tienda de Amazon estuviese disponible en nuestro hogar en cuanto abramos la boca. Para muchos puede que resulte ideal tener el supermercado en casa pero para otros, seguro que no tanto.