En los últimos días hemos tenido la oportunidad de probar Google Inbox, la propuesta de Google para ayudarnos a mejorar la gestión de nuestro correo electrónico. Como sabéis, de momento Google Inbox se puede probar si recibimos una invitación, si bien tal y como vimos la semana pasada, hay formas de conseguirla sin necesidad a esperar a que nos la envíe Google. Dicho lo cual, en este artículo vamos a analizar en qué se parece o se diferencia de Gmail y si realmente merece la pena.
¿Sustituye Google Inbox a Gmail?
El hecho de que el nuevo producto se denomine Google Inbox by Gmail puede llevar a pensar que es un verdadero sustituto de nuestro e-mail. En cierta manera sí que lo es, aunque en esta primera fase de despliegue está pensado más como un complemento que como un sustituto de nuestro gestor de correo electrónico.
Google Inbox permite por supuesto leer los correos electrónicos de nuestra bandeja de entrada y también responderlos. También podremos redactar un correo nuevo y enviarlo a cualquiera de los contactos que tengamos en Gmail. ¿Qué no podemos hacer entonces? Acceder a la gestión de contactos, las tareas de Google, el realizar búsquedas avanzadas/complejas o crear filtros que requieran más de una o dos reglas. Es decir, tenemos a nuestra disposición las funciones más básicas de Gmail pero quedan fuera las más avanzadas, las que probablemente echen de menos los usuarios más intensivos.
Para otro tipo de usuarios sin embargo, sobre todo si su configuración actual de Gmail no es muy compleja (reglas, etiquetas, etc.) Inbox puede empezar a competir por su bandeja de entrada.
¿Cuál es la base de Google Inbox?
En cierta forma, Inbox asume parte de los postulados de la metodología GTD. Cuando nos llega un nuevo correo electrónico, la pregunta que casi nos obliga a responder es la siguiente: ¿Qué queremos hacer? Las opciones son sencillas: responderlo, postergarlo para más adelante (en este caso podemos establecer día y hora), archivarlo (lo marcaremos como completado), eliminarlo o clasificarlo. Además tenemos la opción de «Fijarlo» en nuestra bandeja de entrada, de modo que lo tengamos siempre a la vista.
Hasta aquí, nada que no hayamos visto ya en apps como Mailbox, tanto en sus versiones para iOS/Android como en Mac. Inbox sin embargo da un paso más allá con la introducción de buzones inteligentes.
Buzones inteligentes, ¿Algo más que filtros de correo?
Los usuarios de Gmail ya están acostumbrados a tener, junto a su bandeja de entrada de recibidos, otras complementarias como «Foros», «Promociones», «Social» y «Notificaciones». En Inbox seguiremos manteniendo estos buzones inteligentes, a los que de momento se suman otros: «Viajes», «Compras», «Finanzas». Además Inboz importa los filtros que hayamos creado en Gmail y si queremos nos pemite crear nuevos.
Algunos de estos buzones, van más allá de un simple agrupamiento de mensajes de correo. En viajar por ejemplo, Inbox nos avisará de cuándo sale nuestro próximo vuelo. En Compras agrupara los distintos correos en función del comercio y en general lo que le interesa a Google es integrar la tecnología Google Now dentro de nuestra bandeja de entrada. Lo cual para muchos puede ser una gran noticia, pero para muchos otros puede convertirse en una intromisión más en su privacidad. En cualquier caso, desde el menú de configuración de la aplicación podemos activar o desactivar los buzones que queremos mantener.
Recordatorios: ¿Las nuevas Tareas de Google?
En Google Inbox desaparecen las clásicas «tareas de Google». A cambio nos ofrecen sus «Recordatorios». Los recordatorios de Inbox son precisamente eso: recordatorios. Es básicamente la misma función de la que ya disponen los usuarios de Android en Google Now. Podemos establecer recordatorios estableciendo fecha y hora, pero poco más. No podemos categorizarlos en proyectos, asignar prioridades ni nada que pueda recordarnos a una app de gestión de tareas.
Sirven básicamente como complemento de nuestra bandeja de entrada, porque no nos olvidemos que Inbox no es una aplicación de gestión de tareas, sino el esfuerzo de Google de reducir el número de e-mails que recibimos en nuestra bandeja de entrada.
¿Móvil o web?
Google Inbox dispone de apps para iOS y Android además de una versión web. Y aunque su funcionamiento es similar, desde el principio es un producto que se nota mucho más cómodo en un smartphone que en su versión para escritorio. El hecho de que para poder disfrutar de nuestra invitación debamos activarla antes desde nuestro smartphone, habla claro de las intenciones de Google. Es decir al menos de momento, si no disponemos de un iPhone o un smartphone basado en Android, no podremos utilizar Inbox.
Y no nos extraña. Mientras que las apps móviles ya se sienten como productos terminados, fáciles de utilizar y que mejoran la forma en la que gestionamos nuestro e-mail, el producto para escritorio parece desarrollado sólo a medias, como si de alguna forma la versión de escritorio fuese una adaptación de la app móvil y no al revés.
En este sentido y aunque por supuesto podemos utilizar sin problemas la versión web, nuestra recomendación pasa por seguir utilizando Gmail en el escritorio y darle una oportunidad a Inbox en nuestro smartphone. Lo vamos a notar.
¿Es Inbox la gran revolución que promete Google?
A pesar de que una y otra vez se nos ha prometido la «muerte» del correo electrónico, no parece que de momento Inbox pueda aportar demasiado a ese plan. Inbox es en realidad un paso más hacia ese famoso «Inbox Zero» del que presumen los gurús de la productividad. A medio plazo no nos extrañaría ver como Inbox se convierte en el nuevo Gmail, haciendo las cosas muy a la Google: sin prisa, pero sin pausa.
Lo que parece no obstante claro es que Google Inbox no es un nuevo Google Wave. Cambia lo suficiente como para «poder asustar» a muchos usuarios, pero no tanto como para provocar ese «¿Esto para qué sirve?» que provocó Wave. Es un producto que ya tiene una utilidad real pero que al menos de momento, hay que dejarle tiempo para que termine de madurar.