Las stock options, uno de los instrumentos más utilizados por las startups de todo el mundo para crecer y retener talento, corren serio peligro en nuestro país. Tal y como denunció ayer Adigital (Asociación Española de Economia Digital) en un comunicado, el nuevo anteproyecto de Ley de IRPF que previsiblemente entrará en vigor en enero de 2015, supone en la práctica el enterramiento definitivo del instrumento financiero más utilizado por las startups de Silicon Valley y otros países innovadores como Reino Unido, Alemania o Israel.
Tal y como nos ha explicado José Luis Zimmermann, director general de Adigital, el plan del Gobierno pasa por eliminar el límite de 12.000 euros que estaban exentos de tributación para los empleados de startups que optaran por comprar estas acciones. Esto se traduce en que las opciones sobre acciones que las startups ofrezcan a los empleados, deberán tributar al 45% como rentas del trabajo y no sólo en el momento de su posible venta, sino en el momento de la firma.
«Si tenemos en cuenta que las acciones de una compañía ‘normal’ (no startup) solo deben declararse como rendimientos del capital (21%) las startups se enuentran en una posición evidente de inferioridad» advierte Zimmerman. «Esto supone eliminar un elemento que se utiliza en todos los países que quieren fomentar el crecimiento de sus startups» remata.
¿Qué son las stock options?
Las stock options o opciones sobre acciones son un instrumento financiero normalmente utilizado por las startups. Consiste en ofrecer a los empleados la posibilidad de comprar futuras acciones de la compañía a un precio fijo, independiente de la futura valoración de la compañía. Muchas veces el precio que se ofrece a los empleados es muy cercano a cero.
¿Para qué sirven?
Cuando una startup está dando sus primeros pasos, normalmente no tiene recursos financieros suficientes como para poder pagar salarios elevados y captar por lo tanto el mejor talento disponible. Para conseguirlo y además retener a los mejores, ofrece (y muchas veces regala) a sus empleados la posibilidad de beneficiarse del futuro crecimiento y valoración de la compañía.
Esto permite que aunque los salarios no sean muy altos, en un futuro el canje de acciones, resulte más que interesante para los empleados de la empresa.
¿Cómo es la situación en otros países?
En países como Estados Unidos, los empleados no tienen que tributar nada en el momento de adquirir estas opciones. Únicamente en el momento de su venta deben pagar los impuestos correspondientes, que además no suelen ser demasiado elevados, toda vez que se entiende que el fenómeno startup beneficia de forma directa la economía del país.
¿Cómo era hasta ahora la situación en España?
Antes de la entrada en vigor del nuevo proyecto, la situación ya era mala. Únicamente los primeros 12.000 euros estaban libres de tributación en el momento de la compra. No hablamos del momento de la venta, donde se seguían considerando como rendimientos del trabajo y sujetos a una tributación del 40-45%.
De hecho, la propuesta de Adigital pasaba por elevar este límite hasta los 100.000 euros, una cantidad mucho más realista y aún así lejos de la situación en otros países.
¿Cómo queda ahora la situación?
La eliminación del límite de 12.000 euros supone que cualquier compra de stock options tendrá que tributar al 40-45%, independientemente que estas opciones sobre acciones no se conviertan.
En la práctica supone hacer desaparecer en España uno de los instrumentos financieros que más han servido para desarrollar un ecosistema sólido de startups.
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