Una carta de presentación puede ser tu tabla salvavidas a la hora de buscar un empleo. En ella se refleja el interés que tienes por conseguir un empleo y refuerza tu candidatura frente a la de otros que no presenten este tipo de cartas, ya que no todo el mundo lo hace. Con una carta de presentación estás aportando un plus a tu currículum, y más si se trata de una autocandidatura. Sin embargo, hay ciertos errores muy comunes que se cometen al redactar estas cartas, y que debes evitar a toda costa.
Uno de ellos, que debes evitar a toda costa, es que no empieces la carta con «A quién corresponda» o «Estimados señores». Procura informarte de quien es el encargado de los procesos de selección, pero como esto no es tarea fácil, si no fuera posible dirígete directamente a la Atención del Departamento de Recursos Humanos.
No hagas una carta genérica para todas las empresas. Crear una carta genérica o predeterminada no te permitirá personalizar lo suficiente tu candidatura, por lo que no estarás mostrando suficiente interés. Tienes que adaptarla todo lo posible a la empresa a la que va dirigida. Está claro que se pueden parecer, puedes seguir una línea general, pero empieza a escribir cada una por separado, sin copiar y pegar, porque puede dar lugar a errores.
Otro error es no mencionar el puesto que se solicita. Si quieres personalizar la carta al máximo, debes poner el puesto. En el caso de que te interese más de uno, o un departamento concreto, especifícalo siempre. Ten mucho cuidado de no cometer faltas de ortografía, gramática o tipeo. Relee cada carta que redactes antes de enviarla a su destinatario.
Por otro lado, si por ejemplo vas a decir que tienes “buenas habilidades de comunicación oral y escrita”, asegúrate de tener los argumentos necesarios para probarlo. Ten también en cuenta, que una carta de presentación correcta no debería ocupar más de una carilla. Los reclutadores reciben miles de solicitudes de candidatos por día y, si quieres que se tomen el trabajo de leer la tuya, procura facilitarles la vida.