Durante los últimos años, cada vez son más los empleados que se ven obligados a cambiar sus fechas de vacaciones o compaginarlas con su trabajo, mermando así en su motivación laboral. En este sentido, un reciente estudio global de Regus entre más de 19.000 empresarios, destaca que el 64% de los trabajadores españoles considera que las empresas no están motivando suficientemente a sus plantillas.
Aunque las bonificaciones económicas se siguen manteniendo en el 46% de las empresas, según el sondeo, las empresas están optando por diferentes vías para motivar a sus empleados sin incurrir en costes económicos, como la posibilidad de trabajar fuera de la oficina y otras medidas de trabajo flexible, como afirma el 53% de los encuestados.
Sin embargo, el verano es una época en la que los trabajadores pueden perder su motivación de cara al reinicio de la actividad en septiembre y sufrir el temido síndrome postvacacional. Especialmente, cuando la política de incentivos no encaja con las necesidades del empleado o la propia realidad de la empresa. De modo que el 23% de empresas que ofrecen incentivos o más días de vacaciones (18%) no necesariamente están consiguiendo trabajadores más motivados y productivos.
El cambio en la cultura corporativa global, hace que hoy en día la carrera laboral de los españoles se aleje del antiguo concepto vertical de ascenso escalonado en una misma compañía, para dar lugar a trayectorias basadas en el cambio de departamentos o incluso sector (carrera horizontal). Así lo refleja el estudio de Regus ya que solo el 6% de las empresas siguen manteniendo políticas de promociones y ascensos para motivar a sus empleados.
Philippe Jiménez, Country Manager de Regus afirma: “Existen varias opciones para incentivar a los trabajadores, sin embargo, la diferencia en el caso del trabajo flexible es que los empresarios pueden tomar sus propias decisiones sobre dónde, cuándo y cómo trabajar y por tanto hacerlo de un modo mucho más dinámico y productivo para la empresa”.