El plan de Microsoft de despedir a más de 18.000 trabajadores tras la integración de Nokia, se le está atragantando en China. En Redmond quieren despedir a nada menos que a 4.700 trabajadores de la fabrica de dispositivos que Nokia mantiene en Pekín, manteniendo una plantilla mínima de 300 empleados. Como era previsible, los trabajadores afectados no se lo están tomando demasiado bien y han empezado una fuerte campaña de protestas, en un país en el que las protestas laborales no son precisamente lo habitual.
Para calmar los ánimos, Microsoft está intentando incentivar las bajas voluntarias, pero lo está haciendo de una forma muy peculiar. Los empleados que decidan renunciar voluntariamente a su puesto, recibirán a cambio un Nokia Lumia 630, terminal que se vende en China por unos 800 yuanes (unos 95 euros).
La noticia que ha sido destapada por First Financial Daily (uno de los medios económicos con mayor tirada en el país), ha causado un gran revuelo y ha sido calificado como un «nuevo truco» del gigante norteamericano. De momento Microsoft China no ha querido hacer ningún tipo de comentario al respecto, pero va a tener difícil convencer a la opinión pública que un puesto de trabajo vale lo mismo que un smartphone de gama media.