Hace más de cinco años que en MuyPymes escribimos artículos de productividad, en los que os mostramos cómo gestionar mejor vuestro tiempo, priorizar vuestras tareas y enfocaros hacia la consecución de vuestros objetivos personales y profesionales. Y sin mucho menos querer compararnos con los grandes gurús en la materia, sí que hemos tenido tiempo para evaluar adecuadamente lo que mejor funciona. Os lo mostramos a continuación.
Concéntrate en lo verdaderamente importante
Uno de los tópicos más extendidos en el mundo laboral es que para llevar a buen término el 80% de nuestro trabajo, únicamente empleamos el 20% de nuestro tiempo. Si nuestra jornada laboral tiene ocho horas, debemos consierar que hay 1,6 horas (que fácilmente podemos estirar a dos horas) en nuestro día que van a ser las auténticamente productivas, las que nuestra atención se encuentra realmente enfocada y en las que podemos dar lo mejor de nosotros.
En MuyPymes solemos decir que esas dos horas suelen corresponderse con las dos primeras de nuestra jornada laboral, y que un buen hábito es aterrizar sobre nuestro escritorio y antes de abrir nuestro correo electrónico, empezar a lidiar con la tarea más importante del día. El rendimiento que ofrezcamos durante estas dos primeras horas, influirá en nuestro trabajo el resto del día.
Comer, dormir, hacer ejercicio
Existen centenares de recetas mágicas que prometen convertirnos en personas más productivas. Decenas de trucos que nos pueden ayudar a gestionar mejor nuestro tiempo, a ordenar nuestras tareas, aprovechar los huecos libres, etc. Y aunque es cierto que muchas de estas funcionan y tienen sentido, también lo es que las técnicas que mejor resultado nos van a dar, son las más sencillas.
Algo teóricamente tan sencillo como comer bien, descansar las horas suficientes y hacer ejercicio, pueden convertirnos en una persona mucho más productiva que otra que pasa el día leyendo libros de management y productividad personal y empresarial, pero que tiene una vida desordenada. Sí los romanos decían «Mens sana in corpore sano», había una razón.
Tu método es tuyo
La productividad personal es precisamente eso, personal. Esto quiere decir que aunque los consejos que te damos desde MuyPymes (y otras publicaciones) seguramente no te van a hacer daño, lo cierto es que finalmente eres tú el que tiene que escoger el método que mejor te ayude a gestionar tu tiempo.
En el primer punto de este artículo te hemos recomendado empezar tu jornada laboral con la tarea más importante y dejar el correo electrónico para después, pero a lo mejor no es lo que realmente funciona para ti. Todos los consejos que leas sobre productividad, tómatelos precisamente como lo que son: consejos. Porque en realidad, no hay reglas infalibles y finalmente, eres tú el que tiene que diseñar su propio método.
Tener buenos hábitos te hace ser más productivo
Adquirir un hábito cuesta. Lo sabemos todos. Y aunque los expertos aseguren que necesitamos 21 días para introducir un nuevo hábito en nuestra vida, lo cierto es que puede costarnos bastante más. Y sin embargo los hábitos son importantes. Y cuentan. Si leemos un libro como «El poder de los hábitos», de Charles Duhigg, descubrimos que casi la mitad de las actividades que llevamos a cabo a lo largo de un día, responder a hábitos que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida.
Si somos capaces de introducir nuevos hábitos positivos en nuestra vida (madrugar por ejemplo, cambiar nuestra dieta, etc.) son estos y el poder que arrastran, los que nos van a convertir en personas más productivas.
Tiempo + Energía + Atención = Productividad
Si tuviésemos que escribir una fórmula que definiese lo que es la productividad, los tres ingrediente que seguramente formarían parte de la receta mágica serían tiempo, energía y atención.
Al final y al cabo, la mayoría de los artículos que se escribem sobre este tema tratan sobre cómo gestionamos mejor nuestro tiempo, cómo mantenemos nuestra energía equilibrada a lo largo del día y cómo enfocamos nuestra atención para obtener mejores resultados.
Y si es cierto que como comentábamos en el punto anterior, tu método es tuyo, también lo es que cualquier método que realmente sea efectivo tiene que tener en cuenta estos tres conceptos clave.
No hay una fórmula mágica que nos convierta en personas más productivas, pero hay muchas tácticas que nos van a ayudar a serlo
Tómate este artículo como lo que es. No esperes encontrar aquí la fórmula perfecta de la productividad. Tampoco la encontrarás en otro sitio. La afirmación de que tu método es tuyo implica necesariamente, que no existen fórmulas secretas super efectivas. Sin embargo, sí que hay decenas de tácticas que te pueden ayudar y orientar para tomar el camino adecuado. De muchas de ellas hemos hablado en MuyPymes. Si quieres ir abriendo boca, te recomendamos la lectura de estos artículos.
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5 rituales mañaneros para mantener tu productividad todo el día
50 Consejos sencillos para mejorar tu productividad en 2014
Trabajar demasiado, durante demasiado tiempo, merma tu productividad
No nos cansaremos de decirlo. Lo importante no es trabajar más, sino trabajar mejor. Trabajar diez horas al dia no te convierte en una persona más productivida que una que trabaja siete, pero que sabe lo que tiene que hacer en cada momento. Deja de calentar la silla, de procrastinar, de sufrir estrés innecesario y enfoca tu energía en lo que realmente importa.
En «Multitarea: el gran enemigo de la productividad al descubierto» os contábamos que en realidad, desde un punto de vista científico, las personas que apuestan por la multitarea o que incluso presumen de ello, son mucho menos productivas que las que se enfocan en una única tarea. Por otro lado el trabajo excesivo conduce casi de forma inevitable a burnout o a quemarnos en el trabajo, con consecuencias físicas, psicológicas y laborales.
En nuestro artículo «20 signos que indican que te estás ‘quemando’ en tu trabajo» vas a encontrar las claves para detectar si hay determinados hábitos que debes empezar a corregir de forma inmediata.
La mejor motivación surge del saber por qué haces lo que haces
Está claro que hay determinadas actividades o tareas dentro de tu trabajo, que te motivan mucho más que otras. Y que hay algunas que no requieren ninguna carga adicional de motivación, mientras que otras pueden convertirse en grandes piedras que atan a nuestro cuello.
La carga puede volverse mucho más ligera si entendemos cuál es el propósito de cada tarea y lo que es más, si comprendemos cómo esa tarea se alinea con nuestros objetivos profesionales o personales.
Si bien esto no siempre es posible, sí que es verdad que nuestro desarrollo como personas, debería ir encaminado en esa dirección, en hacer en cada momento lo que queremos hacer. Y no porque es lo sencillo, sino porque tenemos derecho a hacer algo que nos motiva y apasiona.
La productividad no es lo que produces, sino lo que consigues
Dejamos para el final uno de los grandes mitos de la productividad. Muchos confunden productividad con producir, probablemente por una más que comprensibles similitud sintáctica. La productividad en realidad no es otra cosa que conseguir cumplir con nuestros objetivos en el menor tiempo posible, de la mejor forma posible. Una vez más, no es trabajar más, sino trabajar mejor.
Un ejemplo práctico. Juan y Pedro se incorporan el 1 de septiembre al trabajo, después de haber pasado un mes de vacaciones veraniegas. Ambos tienen en su bandeja de correo electrónico 350 mensajes sin leer. Juan pasa toda la mañana revisando los mensajes y respondiendo a todas las preguntas que se plantean. Pedro en cambio, echa un vistazo por encima, determina esos dos que realmente son urgentes y archiva el resto, sin leerlos. Juan ha perdido todo un día de trabajo en una tarea que realmente descubrirá más tarde que tiene poca importancia, mientras que Pedro es consciente de que si ha archivado algo importante, recibirá un nuevo correo o una llamada de teléfono más adelante.
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