Al fracaso ya reconocido del IVA de caja (al que en este año se han acogido sólo 11.184 de ellos) puede sumarse, en poco tiempo, la tarifa plana de 100 euros mensuales en los pagos a la Seguridad Social, dirigida a las empresas que contraten indefinidamente a trabajadores, cuya incorporación suponga además un incremento de plantilla.
Aunque de momento no se han hecho públicos los datos sobre el grado de aceptación de esta medida, fuentes de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) señalan ya que la tarifa plana «no tiene beneficios en su aplicación para este colectivo». Algunas de las razones se encontrarían en los requisitos que exige la medida. La tarifa plana en sí misma sólo dura dos años desde el momento en que se contrata al nuevo trabajador.
Ahora bien, para no tener que acabar devolviendo a la Seguridad Social ningún euro de la bonificación recibida, ese nuevo trabajador tiene que mantenerse en la empresa, como mínimo, tres años. Por otro lado, el hecho de que se mantenga en ella tiene que suponer un incremento de plantilla también durante esos mismos tres años.
Como señalan desde UPTA: «Es simplemente imposible para la mayoría de los autónomos, con lo mucho que fluctúa su actividad, pedir garantías no sólo de que podrán mantener a un trabajador durante tres ejercicios, sino también de que el conjunto de su plantilla no se va a reducir»
UPTA no está sola en sus planteamientos, la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) también tiene duras palabras para esta nueva medida impulsada desde el ministerio que dirige Fátima Báñez. De hecho, el barómetro de ATA sobre la situación de este colectivo correspondiente al primer trimestre de 2014, muestra cómo el 56% de los encuestados aseguraba que no preveía acogerse a la nueva tarifa plana a la hora de hacer nuevas contrataciones.