El consumo colaborativo se le está atragantando a muchas empresas. Si hace meses os contábamos que el lobby hotelero estaba presionando para limitar la actividad de empresas como Airbnb, ahora son las empresas de transporte de viajeros por carretera las que están empezando a ver cómo empresas como Blablacar amenazan su modelo de negocio.
Tanto es así que Fenebús, la patronal que agrupa a empresas del sector del autobús ha presentado una denuncia ante el ministerio de Fomento para que, o bien se regule la actividad de Blablacar o se elimine la página, a la que acusan de «competencia desleal».
En MuyPymes hemos tenido la oportunidad de charlar telefónicamente con José Luis Pertierra, director de Fenebús, que se reafirmado en sus acusaciones contra la popular plataforma de carsharing. Asegura, entre otras cosas, que el no tener una actividad regulada en el transporte de viajeros «les excluye de cualquier tipo de responsabilidad» y advierte a los usuarios de este servicio que «ante cualquier problema que puede surgir, no tienen ningún tipo de amparo jurídico».
Pero va más allá. El director de Fenebús asegura que la situación de competencia desleal no sólo a las empresas de autobús, «sino a las de alquiler de coches, taxis, y todas las empresas que se encuentran en el sector de transporte de viajeros por carretera», de modo que pareciera indicar que Blablacar es el responsable principal de muchos de los problemas que experimenta el sector del transporte.
En cuanto a la reacción que hasta el momento han recibido de las quejas presentadas ante el ministerio de Fomento y la defensora del pueblo, Pertierra reconoce que hasta el momento no han obtenido respuesta y únicamente la direrección general de tráfico les ha comunicado que su reclamación excede sus competencias.
Por su parte Vicent Rosso, country manager de Blablacar en España, nos ha recordado que «la empresa lleva cuatro años operando en España y que únicamente cuando hemos empezado a ser competencia, se han quejado».
Por otro lado asegura no entender cómo les pueden acusar «de competencia desleal cuando no somos una empresa de transporte, sino que nuestro cometido es poner con contacto a conductores con personas que quieren viajar. En países como Alemania o Francia ya han regulado nuestra actividad y los tribunales han certificado que no somos competencia desleal».
Indica que efectivamente en las próximas fechas iniciarán a cobrar a los usuarios en España, pero que «únicamente va a ser la de cobrar por presentar o poner en contacto a personas que quieren compartir vehículo de forma privada. Vamos a pagar impuestos por ello y cumplir con la legislación. No vamos a hacer nada ilegal».
Finalmente Rosso ha querido recordar que no tienen ningún problema en que se regule su actividad, en «trabajar con el sector y las administraciones públicas para crear un marco de competencia de garantice el libre mercado».
Lo que en todo caso parece claro es que si bien es cierto que el consumo colaborativo parece un fenómeno imparable, también parece que necesita un marco regulatorio que protega al consumidor por un lado y que garantice la justa competencia en el sector en el que opera.