Según los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, cerca de dos millones de parados no cobraban ningún tipo de prestación por desempleo o subsidio durante 2013, una cifra que representa el 40 % de los 4,8 millones de personas que estaban registradas en las oficinas de los servicios públicos de empleo, la tasa más alta de los últimos nueve años.
Desde 2004, la cobertura del sistema de protección por desempleo aumentó paulatinamente hasta 2010, cuando tres millones de españoles recibían este tipo de ayudas, y, a partir de entonces, su número se ha mantenido ligeramente por debajo.
Sin embargo, el número de personas desempleadas inscritas en los servicios públicos de empleo ha seguido aumentando hasta llegar a los 4,7 millones al cierre de 2013. Además, hay que tener en cuenta, que este dato no contabiliza a quienes no se registran en las listas del paro llevados por un efecto desánimo ante la falta de oportunidades laborales o porque ya no perciben ningún tipo de prestación.
De los 2,8 millones de españoles que recibieron algún tipo de prestación el pasado año, 1,3 millones percibían la prestación contributiva, cifra que se ha reducido un 5 % respecto al año anterior y casi un 20 % respecto a 2009, cuando se registró el máximo. Para acceder a las prestaciones contributivas (cuya cuantía oscila entre los 497 y los 1.397 euros) es necesario haber acumulado al menos 365 días de cotización a la Seguridad Social durante los últimos seis años, como trabajador por cuenta ajena.
En caso de no haber cubierto el periodo mínimo de cotización para acceder a la prestación contributiva o de haber agotado la misma, se opta al subsidio, de unos 426 euros, pero es necesario tener cotizados al menos un total de tres meses y no percibir rentas superiores a 483,9 euros.