«Elitebook surge de la necesidad de los propietarios de hostelería de protegernos de los huéspedes conflictivos que todos nos hemos encontrado en nuestros establecimientos y que nos han causado diversos tipos de perjuicios: anulaciones, salidas antes de tiempo, robos, destrozos, críticas destructivas o desmesuradas en medios de Internet, chantajes, ocupación del establecimiento con más personas de las declaradas, etc.»
Así reza el claimde Elitebook, una startup española que siguiendo los pasos de otras como guestscan.co.uk (Reino Unido) o guestchecker.com (Estados Unidos). La filosofía es simple: crear una comunidad de establecimientos en la que se comparte información sobre sus clientes y no sólo: también sobre el trabajo que proporcionan agencias de viaje, touroperadores y otras empresas del sector turístico.
Los miembros de Elitebook tienen por lo tanto acceso a datos de clientes que en el pasado han resultado conflictivos, de modo que pueden decidir si están dispuestos o no, a admitirlos en sus establecimientos. De la misma forma también se comparte información de los que son buenos clientes, de modo que se pueda proporcionar un mejor servicio.
Una de las principales pegas que podría argumentarse es que se «trafica» con datos de los viajeros sin su conocimiento, lo cual podría atentar contra la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD). Para solventar este escollo, las empresas que se adhieran a Elitebook tienen que solicitar a los usuarios que firmen junto a la reserva de su habitación, una cláusula adicional en la que se especifica la incorporación de sus datos personales a dicho fichero, recogiéndose los derechos de modificación y cancelación que en todo caso, amparan al usuario.
También es interesante señalar que en la base de datos sólo contiene el nombre y apellidos, NIF y teléfono de los clientes. En ningún caso contiene información personal sobre inclinación política, religiosa, tendencia sexual, nombres de personas que acompañaban al cliente, etc.