El CEF (Centro de Estudios Financieros) ha publicado “Los 11 mandamientos del Freelance”, una lista de consejos dirigidos a todo aquel profesional, de cualquier ámbito o especialidad, que decida establecerse por su cuenta.
Esta lista de “indispensables” pretende servir como incentivo para todos aquellos profesionales que estén considerando la posibilidad de comenzar a operar como autónomos o empresarios asesorando o prestando servicios a terceros. Una opción que, según los responsables de este decálogo, es más que interesante en unos momentos en los que las empresas procuran no cargarse demasiado de estructura y tienden a la subcontratación de especialistas en diversos ámbitos.
1. El “Voy a montar algo” no es suficiente. Antes de decidir ser freelance tienes que tener muy claro tu proyecto. Deberás ser capaz de responder a preguntas como cuáles son tus objetivos, cómo vas a alcanzarlos, qué medios materiales vas a necesitar… en definitiva tienes que tener claro a qué te vas a dedicar. Todo ello aderezado con un gran deseo de triunfar.
2. Maneja el miedo y el fracaso. El miedo es un compañero de viaje habitual en toda aventura. Hay que aceptarlo y asumirlo, pero, sobre todo, hay que aprender a controlarlo, ya que de otro modo nos impedirá ACTUAR. En cuanto al fracaso, ten presente que es siempre una posibilidad. Si llega, lo importante es no verlo como el fin del mundo sino como un aprendizaje.
3. Sal de tu zona de confort. Posiblemente te sientas como pez en el agua en tu papel de profesional especialista, haciendo lo mejor sabes hacer y aquello para lo que estudiaste. Pero para tener éxito no basta con ser técnicamente bueno. La vida del freelance te obligará a desempeñar muchos otros roles en los que quizá no te encuentres tan cómodo: comercial, publicista, administrativo, financiero…
4. Vigila tus finanzas. Se acabó la seguridad económica del sueldo fijo a final de mes. Ahora, cobrarás en función de lo que trabajes. Acostúmbrate a planificar con tiempo el trabajo y ten en cuenta que los meses que factures más conviene guardar para aquellos periodos en los que los encargos escaseen.
5. Aprende a gestionar tu tiempo. Si manejar el tiempo es importante en cualquier trabajo, en el caso del freelance se trata de una cuestión vital. Tú tiempo es limitado y debes distribuirlo de un modo racional, priorizando aquellas actividades encaminadas a generar negocio y desechando o reduciendo aquellas otras de dudosa utilidad.
6. Vender, vender, vender… Eres muy bueno, sí, pero si no tienes clientes, ¿de qué te sirve? Todo freelance, además de un experto en una determinada materia, es un comercial de sí mismo, hasta el punto de que esa segunda vertiente de su trabajo será tan importante o más que la primera, ya que es la que le dará de comer.
7. Necesitas estar en contacto con otros. No tener compañeros o jefes a los que preguntar o con los que interactuar puede resultar duro. Linkedin y otros foros profesionales te permitirán compartir conocimientos y puntos de vista con otros colegas de profesión, además de ayudarte a mantenerte al día de todas las innovaciones relacionadas con tu especialidad.
8. Aprovecha las épocas sin trabajo. Llega agosto, la segunda quincena de diciembre, la primera de enero… el trabajo baja, pero tú no puedes permitirte quedarte de brazos cruzados. Aprovecha la caída de actividad para comenzar a desarrollar esos nuevos proyectos que te rondan por la cabeza. O por qué no, para tomarte unas –pequeñas- vacaciones; también es bueno desconectar y coger fuerzas.
9. No dejes de reinventarte. No puedes permitirte el lujo de estancarte. Si tuviste una buena primera idea que te permitió arrancar, no cometas el error de pensar que durará para siempre. Hay que avanzar, investigar, reciclarte… No dejes de evolucionar o corres el riesgo de quedarte atrás.
10. Fórmate. La formación juega un papel trascendental en esa labor de continua renovación imprescindible en todo freelance. Ya sea en nuevas técnicas o conocimientos dentro de nuestra especialidad que nos sirvan para ampliar horizontes, ya sea en competencias o habilidades que nos permitan desarrollar mejor nuestro trabajo.
11. Alíate con la tecnología. Como freelance, eres propietario de una empresa de un único empleado. Una limitación de tus recursos humanos que puede compensar la tecnología. Redes sociales, software, APPs, recursos en línea… Sea cual sea tu área de especialidad, existen en el mercado multitud de herramientas 2.0, muchas de ellas gratuitas, que te pueden ayudar a desarrollar mejor tu trabajo.